El líder de la Superliga fue mejor. Sin paliativos. Al menos no cometió tantos errores como un Haro que estuvo desdibujado. Demasiados fallos impidieron a las azules plantar cara con garantías a un Murillo que tampoco tuvo que esforzarse en demasía para sacar el encuentro adelante y llevarse los puntos (0-3). El saque de las de Carreño, posiblemente el mejor de la liga, mató al Haro y le forzó a fallar demasiado.

En el primer set, al Haro le costó entrar en el partido. Tanto es así, que gracias al saque de Murillo y a la mala recepción de las azules, las de Carlos Carreño se marcharon en el marcador. Con 6-14 en el marcador, el Haro empezó a ponerse las pilas. Remontó en recepción, comenzó a bloquear y a anotar gracias a remates de Etxebarria y Portero. Pero Murillo terminó venciendo 18-25.

Si el primer acto estuvo lleno de altibajos, mezcla de errores y aciertos de unas y otras, el segundo fue un paseo militar para Murillo. Sólo en lo momentos finales, las azules pudieron maquillar el resultado gracias también a que las visitantes se dejaron llevar y también comenzaron a cometer errores. Con el segundo set casi perdido, José Miguel Pérez dio entrada a María Barrasa por Silvia Araco para dar minutos de competición a la joven jugadora. El segudon set cayó del lado de Murillo 14-25.

En el tercer juego, poca historia. Con un parcial inicial de 0-4 parecia todo hecho. El posterior 6-9 dio esperanzas, pero fue un espejismo. Con 11-22, quedaba todo decidido. Al final, 11-25 y un contundente 0-3 para Murillo en la primera derrota del Haro en casa en esta temporada. Eso sí, a pesar de la derrota, El Ferial despedió a sus chicas como si hubiese hecho el partido de sus vidas al grito de ¡Haro! ¡Haro! ¡Haro!. Y es que la marea azul fue lo mejor de un encuentro para olvidar.