El Palacio de las Bezaras de Haro acoge la primera exposición del riojano Ángel Bravo
La muestra puede visitarse hasta el 25 de abril.
La técnica empleada en sus dibujos, grafito y carboncillo, combinada con su particular visión de la realidad, hacen de sus obras elementos singulares, con identidad propia; sus retratos buscan algo más que el parecido; esquemáticos, lineales, meticulosos siempre dan en la clave: representan el espíritu de la persona sin dar concesiones a un virtuosismo que podría despistar el propósito inicial del artista.
De esta manera define José Luis Birigay la obra de Bravo porque le conoce en la profundidad que proporciona la relación de maestro discípulo. La evolución plástica de Ángel Bravo se lleva a cabo con “pasión” según su mentor, quien también considera que su alumno se ocupa y preocupa especialmente del encaje y la proporción. Por esta razón la obra de este riojano de Castañares se centra en los retratos de los suyos, amigos, conocidos, niños y mayores.