Matemáticamente aún es posible, pero si la lucha por la liga ya estaba complicada antes, después del empate cosechado en Pradejón, el reto se vuelve casi imposible.

El Haro saltó al césped del municipal de Pradejón con las ideas claras: con el viento a favor, dominio del balón y juego directo. Apretaron los blanquinegros las clavijas al Pradejón, y en un cuarto de hora, crearon las mejores ocasiones y mandaron dos balones al palo. El más espectacular, un remate de Arpón que se estrelló en el travesaño. Mucha lucha y entrega de los locales. Y es que para ellos era una cita de vida o muerte en su particular lucha por no descender. Para el Haro, la liga estaba en juego.

El gol del Haro llegó en el arranque del segundo tiempo. Un centro al área y remate de Alberto que se coló en el segundo palo. El partido parecía encarrilado, pero nada de eso. El palo para los blanquinegros llegó en el minuto 21 del segundo período. En un córner que el capitán Abraham cabeceó a las mallas. 1-1, y vuelta a empezar para el Haro. Pero el escenario cambió. El Pradejón se pertrechó atrás, peleó cada balón y busco la contra del triunfo, y el Haro no llegó con criterio a los últimos metros. Incluso pudo ser peor para los blanquinegros. Porque casi al final, el Pradejón tuvo un mano a mano con Javi Pérez que desaprovechó. Hasta el pitido final, los de Ochoa lo intentaron a la desesperada, pero no lograron mover. 1-1, y la lucha por la liga que casi llega a su fin.