Cada una de ellas contenía diez kilos de comida.

Desde la organización agradecen la colaboración de los distintos particulares, empresas o centros que les han ayudado, no sólo durante la Navidad, sino a lo largo de todo 2015. María Eugenia Vallarín recuerda que pese a tratarse de una organización católica, “toda ayuda es bienvenida”.

Además de los alimentos, desde la organización también una colecta, una campaña en colaboración con José Uríszar y una recogida de juguetes. Éstos últimos fueron entregados a la Kel del Caló para su reparto entre los pequeños más desfavorecidos.

Desde Cáritas aseguran que trabajarán en 2016 para “hacer la vida más fácil” a las personas con dificultades.