La letrada de La Magdalena cree que la secretaria municipal recomendará recurrir la sentencia
María Teresa Utrilla recuerda que al Ayuntamiento de Haro no le supone ningún coste recurrir la sentencia en la que se les condena a devolver 875.000 euros.
Pese a todo, la letrada advierte de que en una nueva resolución se podría obligar al Consistorio a asumir las costas. La abogada de los afectados por la urbanización de esta zona espera que si se llega a esta circunstancia “la justicia les vuelva a dar la razón”.
No obstante, aún se confía en que el equipo de gobierno no siga adelante con el proceso, por lo que están a la espera de la comunicación de la alcaldesa.
Por otra parte, a Utrilla le parecen curiosas las declaraciones del PP sobre este asunto y recuerda que Patricio Capellán aseguró, en su día, “que acataría la decisión de los tribunales”. La abogada de los vecinos destaca que Mercedes González dio, en su día, “todos los vistos buenos” al proyecto, por lo que ahora, “teme que no reconsidere su visión”.
Si recurren significa PP=PSOE
Esta abogada debe entender que un Ayuntamiento está para defender los derechos de la mayoría de los ciudadanos no como ella que tan solo defiende a los ciudadanos que la pagan.
Por tanto entiendo que se debe recurrir, es cierto según dice que se pueden asignar las costas, pero también se puede ganar todo.
aqui no valen las cuestiones políticas señora ya que usted ya sabe lo que significa que los concejales hagan algo en contra de los informes de los tecnicos por muy favorable que sea para sus clientes, igual es muy desfavorable para ellos después.
Pues si depende de la secretaria, lo tenéis claro,y mira que va metiendo la pata últimamente, y lo demuestran varias sentencias, pero no importa, la siguen haciendo caso.La pena que no paga ella las costas y los concejales de turno.Otro gallo cantaría.
Esta muy claro ha quien beneficia que no se recurra, a es ta señora €, a 15 vecinos €€ y a la señora alcaldesa que gana público y algún adepto que la venderá en cuanto coja sus beneficios. Y quién paga, el resto.