Desde el Ayuntamiento impulsan la reconstrucción de este santuario en el cerro de la Esclavitud.

El alcalde de Cihuri, Neftalí Isasi, cree que ha llegado el momento de que el municipio se ocupe de algo intangible, pero que afecta a las raíces, cultura y sentimientos de sus vecinos, independientemente de sus creencias religiosas.

El máximo responsable municipal se pregunta quién, o qué familia, en momentos de dificultad no se acuerda du la Virgen de la Esclavitud.

Por este motivo, propone afrontar la construcción de una ermita en el paraje que da nombre a la Virgen, donde dice la leyenda que apareció la imagen que se puede visitar en la Iglesia.

Se trata de una pequeña ermita que presida, desde aquel paraje, todo el valle del carasol de los Obarenes, hasta la localidad.

Esta construcción, para que sea asumida, respetada y considerada como algo propio y del conjunto de los vecinos, según el alcalde, tiene que ser financiada, fundamentalmente, por aportaciones y donaciones de las personas interesadas.