La periodista, natural de Haro, hizo un repaso por su infancia y juventud en la ciudad.

Como primer recuerdo de los festejos patronales, Ibáñez mencionó una foto, en la que con tan sólo un año, acudió vestida con el traje regional a ofrecer flores a la patrona.

Durante su discursó se acordó de sus amigos, con los que disfrutaba de joven de los actos programados y con los que acudía a la Jira. Ibáñez asegura que es una defensora de los atractivos de La Rioja, pero sobre todo de su ciudad. Así, además de las bodegas, y la Batalla del Vino, la periodista cree que lo mejor “son sus gentes”.

Así se acordó de su familia, amigos, y de diferentes entidades que permiten que Haro se potencie. Ibáñez tuvo palabras de agradecimiento para las cofradías, las peñas y para todos aquellos que, pese a estar fuera, quieren a la “ciudad jarrera”, desde la distancia. Fue en este punto cuando la pregonera se emocionó al recordar a su hermana, Nuria, que no había podido acudir a verla.

La periodista, afincada en Madrid, aseguró que su marido “ya es casi jarrero” y este jueves, le acompañará en la ofrenda de flores a la patrona de la ciudad. Así, y como anécdota, Ibáñez revela que dispone de una guía turística, elaborada por ella misma, de Haro y alrededores, que facilita a todos los que le preguntan sobre su tierra.

“En Madrid, soy Ana, la de Haro”, y pese a trabajar en un medio que llega a mucha gente, “nunca he perdido mis raíces jarreras”, aseveró. La periodista asegura que tiene recuerdos “físicos” de estas fiestas, y es que de pequeña se quemó con el toro de fuego, y su cicatriz en la pierna lo atestigua.

Por último, y con un público entregado, Ibáñez les pidió que cuiden las tradiciones, en especial el Rosario de Faroles, “para que los hijos de nuestros hijos puedan disfrutarlo”. Así, animó a todos a participar en estos festejos que “son muy de Haro”.