Pazuengos reurbaniza el entorno de la iglesia
Con la actuación se ofrece a los vecinos un espacio público más atractivo y agradable para su ocio y tiempo libre.
El consejero de Fomento y Política Territorial, Carlos Cuevas, ha visitado junto al alcalde de Pazuengos, César Somovilla, la reurbanización del entorno de la iglesia de San Martín con el fin de acondicionar un nuevo espacio urbano, más amplio y acogedor, en el centro de este pueblo situado a los pies del San Lorenzo, entre Ezcaray y San Millán de la Cogolla.
Esta actuación, que se incluye en el marco del Plan de Obras y Servicios, ha supuesto una inversión de 41.638 euros y ha contado con una ayuda al 90% por parte del Gobierno de La Rioja. Este programa de apoyo a las inversiones municipales cuenta con un presupuesto de 5 millones de euros en 2017 con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los riojanos que residen en los pueblos más pequeños.
Este proyecto ha contemplado la remodelación de un muro de contención y la construcción de un muro de mampostería para consolidar el terreno sobre el que se asienta el templo y evitar nuevos desprendimientos. Asimismo, se ha acondicionado una pequeña plaza para ofrecer a los vecinos un lugar para el descanso y el ocio y el tiempo libre.
“Los pequeños pueblos de La Rioja necesitan actuaciones de estas características para mejorar su patrimonio urbano y ofrecer a sus vecinos unos espacios públicos más agradables y cómodos. Creemos que es una forma esencial de mejorar la vida en estas localidades y atraer a nuevas familias para que elijan estos sitios como su lugar de residencia o descanso”, ha subrayado Carlos Cuevas.
Detalles de la actuación
Para levantar el muro de contención ha sido necesario demoler previamente el existente hasta la fecha y ejecutar uno nuevo con una altura de hasta 2 metros. Asimismo, se ha construido un muro de mampostería, con unas dimensiones de 37,80 metros de longitud, 1,6 metros de ancho y una altura de entre 0,4 y 0,8 metros de altura. En este caso, se ha colocado una albardilla de piedra para canalizar y evacuar las aguas pluviales y una barandilla para evitar caídas y proteger a los transeúntes. En ambos casos se ha aprovechado la piedra del muro antiguo situado con anterioridad en este emplazamiento.
Además, la pequeña plaza que se ha acondicionado entre el muro y la iglesia se ha hecho a base de hormigón impreso en una superficie de 162,5 metros cuadrados. Se ha instalado un sumidero sifónico que canaliza las aguas pluviales al colector general.
Por último, se ha embellecido este espacio urbano con la plantación de cinco árboles y la colocación de mobiliario urbano.