Asprodema trabaja en un proyecto de detección de barreras arquitectónicas en espacios públicos de Haro
Un total de 10 personas con discapacidad intelectual recorren la ciudad para detectar incumplimientos de la normativa sobre accesibilidad y proponer soluciones al Ayuntamiento.
Un total de 10 personas con discapacidad intelectual participan en el proyecto ‘Haro accesible’ de detección de barreras arquitectónicas que lleva a cabo en la ciudad Asprodema, en colaboración con el Ayuntamiento de Haro, para detectar los espacios públicos que incumplen la normativa sobre accesibilidad o que, aun respetándola, pueden ser mejorados.
Los participantes, siete hombres y tres mujeres del centro de atención diurna de Nájera, son de Haro y trabajan en dos equipos dirigidos por un técnico de la asociación. La actuación se puso en marcha a principios de este mes con unas sesiones previas de formación y planificación, y desde el pasado día 16 de marzo, y durante los meses de abril y mayo, realizarán el trabajo de campo los jueves de 10 a 17 horas recorriendo las calles y registrando con fotografías y videos si se cumple la normativa sobre accesibilidad en los espacios públicos.
En total, se ha dividido la ciudad en 16 cuadrantes que abarcan todo el casco urbano, incluido el barrio de la Estación y parte del polígono industrial. Los ámbitos de actuación son las vías y espacios públicos, edificios, comunicación y señales.
El objetivo general de ‘Haro accesible’, así se llama el proyecto, es sensibilizar y establecer marcos de colaboración con el Ayuntamiento de Haro para mejorar la accesibilidad de los espacios públicos y servicios y eliminar trabas a la participación social de las personas con discapacidad y otros colectivos.
El centro de Asprodema de Nájera comenzó a trabajar en temas de accesibilidad en Nájera implantando una nueva línea de trabajo que convierte a las personas con discapacidad en agentes activos de inserción. Ahora, en virtud del convenio de colaboración que la entidad mantiene con con el Ayuntamiento de Haro, se ha incorporado esta actuación de detección a la localidad jarrera.
Para poder realizar las labores de campo en Haro, Asprodema-Rioja cuenta con la colaboración del arquitecto municipal, así como con el asesoramiento de una arquitecta voluntaria de la Asociación de Jóvenes Arquitectos de La Rioja.
La asociación elaborará un informe con las mejoras y deficiencias detectadas en los espacios públicos de Haro que presentará al Consistorio a finales del mes de junio y el objetivo del Ayuntamiento es poder comenzar a acometer las actuaciones que se consideren prioritarias en el segundo semestre de este año 2017.
Estudio en dos partes
El proyecto ‘Haro accesible’ consta de dos partes: Este año se realiza un estudio de campo de detección de aquellos espacios que no cumplen la normativa sobre barreras arquitectónicas o que pueden ser mejorados y en 2018 se trabajará en un estudio de accesibilidad de uno o dos edificios municipales que incluirá tanto la accesibilidad arquitectónica como una línea más novedosa relacionada con la accesibilidad cognitiva. Este trabajo está enfocado a poner de relieve las dificultades de acceso a los servicios públicos de las personas con algún tipo de dificultad de compresión respecto a la organización de los lugares o la información como las personas con discapacidad intelectual o colectivos como inmigrantes, personas mayores.
Asprodema-Rioja estima que en Haro hay 596 vecinos con algún tipo de discapacidad, según el estudio ‘La población con discapacidad en La Rioja’ de 2014 del Gobierno de La Rioja. En La Rioja, el 5,14% de la población, 18.084 personas, padece algún tipo de discapacidad reconocida, la más común es la discapacidad física, seguida de la psíquica. El 29% de la población de La Rioja es de edad avanzada y el 50% sufre algún tipo de discapacidad o discriminación temporal y se enfrente a diario al problema de las barreras arquitectónicas.
La entidad colabora con el Ayuntamiento de Haro desde los años 90 mediante diversos convenios destinados a cubrir las necesidades de las personas con discapacidad intelectual de Haro. La cooperación ha pasado de estar centrada en temas de transporte y atención a estas personas en el centro de Asprodema de Nájera, cuando estos servicios no estaban financiados por el Gobierno de La Rioja, a apoyar programas de dinamización y ocio rural.