Nagore no descarta restricciones para el riego en la zona del Najerilla
El consejero de Agricultura de La Rioja, Íñigo Nagore, ha expresado su «preocupación» por las reservas hídricas, sobre todo por el embalse de Mansilla, dado que puede afectar a una gran zona de regadíos del Najerilla, y ha reconocido que puede haber restricciones para el riego.
Los datos iniciales indican que en la zona de regadío del Iregua no existen tantos problemas como en la del Najerilla, aunque pueden darse «ciertas» restricciones.
Ha recordado que la Junta de Explotación del Najerilla ya decidió que, en principio, los desembalses serán un 65 % de lo que es habitual en un año normal.
En el análisis por cultivos, el cereal puede que las lluvias caídas el pasado diez de mayo y las de estos días alivien, en parte, la situación.
«Son lluvias que llegan en momentos oportunos, hay zonas en las que, quizá, ya no tengan remedio y se haya perdido o estropeado la cosecha», según Nagore, aunque, «de todas formas, las lluvias han sido muy bien recibidas y han ayudado a que las producciones prosperen o vayan evolucionando correctamente».
En cuanto a los pastos, ha señalado que esas lluvias también supusieron un «alivio», aunque, quizá sea «momentáneo» porque todavía queda la época estival.
Por ello, «hay que ser un poco cautos y esperar a ver cómo se comportan la producción de pastos, el final de la cosecha de los cereales y ver qué restricciones de riego finalmente hay para poder hacer una evaluación conjunta», ha dicho.
Nagore ha afirmado que las restricciones para el riego pueden dificultar las decisiones de los agricultores a la hora de plantar algunos cultivos, como la alubia verde y el guisante, que «llega ahora el turno», en junio, pero «habrá que ver si pueden ponerla o no».
Para él, al referirse al viñedo, ha indicado que «siempre es bueno que llueva porque la evolución de la viña necesita tirar de las reservas de agua, necesita agua».
El consejero ha dicho que no tiene datos sobre esa evolución y ha defendido que habrá cosecha en las viñas afectadas por las últimas heladas, pero habrá qué ver qué calidad y qué cantidad se obtiene de ellas.
«La viña es un cultivo muy resistente, sorprende mucho y siempre se recupera y, por eso, estas lluvias son muy beneficiosas para esa recuperación de las viñas», ha subrayado.