Se aprovecha esta parada, que debe realizarse una vez al año, para acometer los trabajos de reparación de la cubierta.

La piscina climatizada de Haro ha cerrado sus puertas durante las dos primeras semanas del mes de julio para acometer la necesaria parada técnica que se recomienda realizar una vez al año para limpiar el vaso, acondicionar las instalaciones y realizar las reparaciones necesarias.

En esta ocasión, se ha aprovechado además para abordar las reparaciones en la cubierta, que presenta filtraciones desde las fuertes tormentas del mes de agosto de 2016.

En el marco de estos trabajos se repondrán los elementos constructivos afectados por el fuerte viento, se repararán las cubiertas en mal estado y se repondrán las placas solares dañadas.

Todos estos trabajos de mayor intensidad coinciden con los días de cierre de la instalación, por motivos de seguridad. A partir de la reapertura, el lunes 17 de julio, continuarán las labores de entidad menor sin que se produzca ninguna afección en la actividad diaria, según señala el tripartito.