La catedral de Santo Domingo estrena una nueva vidriera de Marko Rupnik
Se ha colocado en el óculo, en el Trascoro del templo calceatense.
Rupnik propone un boceto que lo considera idóneo para la vidriera de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada por el lugar en que estará, sabiendo que desde el suelo no todo será legible fácilmente, y esto, intencionadamente. La dimensión teológica de la vidriera está en consonancia con la teología del resto de las vidrieras, tal como se ha explicado, y representa el don del Espíritu Santo. En el centro está la mano de Dios Padre que nos envía la fuerza de Dios Espíritu Santo bajo la simbología propia de llamas de fuego.
Ese don del Espíritu Santo se concreta en la vida de la gracia que se nos comunica a través de los Siete Sacramentos representados en el resto de las escenas:
– Bautismo: El bautismo del Señor impartido por Juan el Bautista
– Confirmación: Pentecostés sobre la Virgen María y el Colegio Apostólico.
– Eucaristía: Banquete celestial, no la Última Cena, en la que está también la Vir-gen y representación de Santos y de Santas.
– Reconciliación: Parábola del Hijo Pródigo en la que está el Padre bueno a la me-sa con el hijo menor, mientras el mayor vuelve del campo.
– Unción de enfermos: Parábola del Buen samaritano, en la que aparece el samari-tano limpiando las heridas.
– Orden sacerdotal: Cristo sacerdote en cruz con ropas litúrgicas.
– Matrimonio: Creación de Eva del costado de Adán.
La imagen central es alusión a la Epíclesis y representa la Mano del Padre que derrama el Espíritu Santo.
La paloma como tal no es el símbolo del Espíritu Santo, sino su aletear. Así que gracias a la epíclesis la venida del Espíritu Santo transubstancia nuestra ofrenda sobre el altar en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo igual que la misma venida del mismo Espíritu es de tal manera que la comunidad que participa en la Sagrada Eucaristía se convierte en el único Cuerpo de Cristo y es la venida misma del mismo Espíritu la que hace que la Iglesia pueda continuar la eficacia del sacerdocio de Cristo con la sucesión continua a través de la ordenación episcopal y el sacerdocio. Y es siempre el mismo Espíritu Santo el que nos incorpora en Cristo como hijos en el Hijo por los sacramentos.
Sobre el tema de luminosidad, siendo este tipo de vidrio y de colores, dejará entrar bastante luz, en torno a un 80%. El efecto que hemos podido ver con otros muchos trabajos es muy hermoso.