Ojacastro reclama soluciones ante la extracción de agua «que amenaza el futuro del Valle del Oja»
Los vecinos de la localidad han creado una Plataforma que exige que las administraciones arreglen el problema creado con los bombeos del Pozo San Torcuato, en Ezcaray, «que han dejado sin agua los cauces y sin vida al Valle».
«Los vecinos de Ojacastro reclaman a las administraciones una solución ante la situación que está creando la desmedida e irresponsable extracción de agua del Río Oja con destino a la Estación de Tratamiento de Agua Potable Oja-Tirón que se viene realizando de forma sistemática desde hace dos años y que está provocando que el pueblo y todo el Alto Valle del Oja se esté quedando sin vida por la falta de agua.
Con el fin de organizar las demandas de la población y dar más visibilidad a un problema que las administraciones local y autonómica, así como la Confederación Hidrográfica del Ebro, conocen perfectamente pero no hacen nada por solucionar, se ha constituido la Plataforma en Defensa del Río Oja, que con motivo de la Feria Ganadera y de Artesanía Agroalimentaria que se celebra en Ojacastro los días 14 y 15 de octubre, quiere dar a conocer el malestar general por la inacción de las instituciones y la necesidad de que se busquen de una vez salidas al problema.
El problema se inició en el verano de 2016, cuando comenzaron los bombeos de agua desde la Estación de Tratamiento de Agua Potable construida en Ezcaray, con el objetivo de proporcionar agua potable a cerca de medio centenar de municipios de la cuenca Oja-Tirón.
Tras dos años de bombeos, se han comprobado los funestos efectos que los mismos tienen en el río, que se ha quedado prácticamente seco y ya no proporciona ni el caudal suficiente para que entre a Ojacastro agua para sus cauces.
Desde 2016, y por primera vez desde que se recuerda, los cauces que permiten la entrada de agua del Río Oja al pueblo se han quedado secos y tardan meses en recuperarse, dejando al ganado sin agua para beber y a los pequeños agricultores sin agua para regar, a la vez que la vida que siempre crece al lado del agua parece agotarse, puesto que hasta los pájaros han abandonado el Valle.
De esta forma, este bombeo de agua que se está realizando desde el pozo de San Torcuato en Ezcaray se ha convertido en un verdadero desastre, ya que no ha terminado de solucionar el problema de abastecimiento de muchos municipios de la Rioja Alta que carecen de agua potable, pero sí está acrecentando un problema que desde hace décadas aumenta: la mala gestión del agua amenaza la supervivencia y el futuro del Valle del Oja.
Ya cuando se hicieron las pruebas de esta instalación construida por el Gobierno de La Rioja y que ha costado más de 25 millones de euros a los contribuyentes, se produjo el mismo efecto. Así que se paralizó su funcionamiento, creando un verdadero quebradero de cabeza a las administraciones, que no podían explicar a la opinión pública para qué se había gastado tanto dinero sin conocer realmente de dónde se iba a sacar el agua y sus consecuencias.
Desde que en 2016 se puso en marcha definitivamente la ETAP, se ha vuelto a demostrar que la extracción de agua del Río desde el Pozo de San Torcuato, bajo la peña del mismo nombre entre Ezcaray y Ojacastro, tiene unos efectos no medidos en las poblaciones inmediatas, cuestionando así de nuevo el informe de viabilidad de 2005 en el que se basó esta obra, que utilizó estudios sobre el caudal del río entre los años hidráulicos de 1940 y 1986, cuando es notorio que en los casi 20 años no considerados hasta la fecha del estudio (2005), la situación del Río ha cambiado drásticamente.
El río Oja, en valores medios, lleva un 8% de agua menos que hace 10 años y si la tendencia sigue en los próximos 10 puede baje otro 8% más. En 2031 sería la mitad de 1951. Además, el caudal del Río Oja es aproximadamente la mitad que el del Tirón y la cuarta parte que el del Najerilla. El Proyecto Oja Tirón se realizó para suministrar agua potable a pueblos de las cuencas del Oja, Tirón, Ebro, Tuerto y Zamaca, a pesar de que todos los recursos provienen del Oja, que es el menor de los tres ríos
Este conflicto se une, además, al que se vive en Ezcaray, donde el proyecto de construcción de una presa de regulación en la cabecera del Río ha levantado a toda una población, que no entiende que ahora se promueva este proyecto, que requerirá de una inversión superior a la de la ETAP, y que nadie sabe si se ha fundado en informes técnicos realistas o son tan equivocados como los del proyecto de la ETAP.
La Plataforma en Defensa del Río Oja denuncia que se trata de una gestión inexplicable e irresponsable, ya que tras 20 años de debate sobre cómo gestionar el agua del Oja y asegurar el abastecimiento a pueblos de cuencas del Oja, Tirón, Ebro, Tuerto y Zamaca, aún no está claro qué hacer. Y los cauces del río siguen secos y llenos de maleza que nadie limpia.
Por eso, los vecinos de Ojacastro exigen información, soluciones y responsabilidades de los impulsores de este proyecto que amenaza la vida del Valle del Oja.
“Las soluciones planteadas y algunas ejecutadas por nuestras administraciones no están contribuyendo a solucionar el problema; algunas medidas, como la puesta en marcha de la ETAP de Ezcaray con los bombeos de agua bajo la Peña de San Torcuato, están provocando aún más problemas; y otras soluciones como la construcción de una presa siguen provocando polémica y la ciudadanía no sabe ni las consecuencias ni los beneficios/perjuicios de esta actuación”, se insiste desde la Plataforma, que recuerda que “los ciudadanos tenemos el derecho y el deber de estar informados y participar en un debate serio y las administraciones tienen el deber de considerar nuestras opiniones”, se señala desde la Plataforma en Defensa del Río Oja».