La Plataforma del Río Oja exige información ante la amenaza para el Valle del proyecto de dos enormes balsas cerca de Santo Domingo
El colectivo ciudadano alerta de que el Plan anunciado por el Gobierno riojano para construir en Manzanares y Corporales grandes embalses que tendrían en conjunto 6 veces la capacidad de La Grajera, y que se abastecerían con agua de la parte alta de la cuenca del Oja, acabará por destruir un río que ya está agonizando como consecuencia del trasvase desde la ETAP de Ezcaray a 30 municipios de la cuenca Oja-Tirón
La Plataforma en Defensa del Río Oja exige al Gobierno de La Rioja toda la información sobre el proyecto que se ha anunciado para la construcción en la zona de Santo Domingo de la Calzada, pero con agua extraída del río Oja en la zona de Ezcaray, de dos balsas con una capacidad total de 10 hectómetros cúbicos, lo que supone en la práctica construir dos embalses o presas de grandes dimensiones, si se tiene en cuenta que por ejemplo la presa de Yalde tiene una capacidad de 3,6 hectómetros cúbicos, el embalse de Leiva de 3,4 y La Grajera de 1,7 hectómetros cúbicos.
El colectivo ciudadano alerta de la falta de capacidad del Oja para hacer frente a esta nueva demanda y del daño irreparable al Valle que se hará si se extrae de la parte alta de la cuenca del Río el agua necesaria para llenar estas dos balsas, una de 7 hectómetros cúbicos en Manzanares y otra de 3 hectómetros cúbicos en Corporales, para convertir en regadío una superficie de 9.000 hectáreas, un proyecto que supone una inversión de 169 millones de euros y que afecta a una superficie tan grande que es superior a la de la mayoría de los municipios riojanos.
La Plataforma denuncia la falta de información de los planes del Gobierno, a pesar de que el propio consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno riojano, Íñigo Nagore, se reunió hace menos de un mes con la Comunidad de Regantes de Ojacastro, precisamente para estudiar la situación provocada por la extracción de agua que se está realizando en el Río Oja con destino a la Estación de Tratamiento de Agua Potable Oja-Tirón, en Ezcaray, que desde 2016 está originando numerosos problemas por la falta de agua en todo el Valle, incluido Santo Domingo de la Calzada, que han provocado estiajes de duración de tres meses y medio este año.
Esa ETAP ya supuso una inversión de 25 millones de euros sin tener garantizada agua suficiente para abastecer a los municipios anunciados. Pero esa cantidad se queda pequeña al lado del proyecto que ahora presenta la Consejería, que supone siete veces más de lo ya gastado.
En concreto, el proyecto presentado por el Íñigo Nagore supone una inversión equivalente al presupuesto de Logroño para todo el año 2018, cifrado en 172 millones de euros, y es más del 11% de todo el dinero que se va a gastar en La Rioja en 2018, cuando el presupuesto regional llegará a 1.513 millones de euros.
La actual extracción desde el Pico San Torcuato, entre Ezcaray y Ojacastro, supone que cada día se están sacando del Río unos 6.000 metros cúbicos de agua, de media. Una cantidad muy superior a la que es capaz de atender el Río sobre todo en épocas estivales, lo que provoca que los bombeos sequen el aluvial del Oja, dejen sin agua a los pequeños cauces que históricamente han llevado agua para el ganado y pequeños agricultores a pueblos como Ojacastro y otros del valle cercanos al Pozo San Torcuato, del que se saca el agua.
La Plataforma en Defensa del Río Oja y los vecinos y vecinas de Ojacastro se han manifestado en los últimos meses para demandar a las administraciones que tomen medidas para solucionar esta situación, informen a la población de lo que está ocurriendo y no se limiten a negar un problema que saben que existe y que es muy grave, ya que amenaza la supervivencia de todo el Valle, y que ahora se puede ver incrementado con este plan de regadío en la zona de Santo Domingo de La Calzada.
Por tanto, se observa con enorme preocupación los nuevos planes, que pueden dar la puntilla definitiva a esta zona, que reclama más responsabilidad de las instituciones y no atender a los problemas únicamente en función del número de votos que se puede obtener en unas elecciones.