Estudiar, documentar y obtener un retorno económico, claves para el futuro de los Barrios Históricos de Bodegas
La segunda jornada del II Congreso Nacional de Barrios Históricos de Bodegas se ha centrado en la descripción, influencia económica, historia y relación con la cultura del vino de distintas zonas españolas con barrios de bodegas.
Estudiar, documentar, conservar, rehabilitar y obtener un retorno económico del patrimonio que suponen los barrios históricos de bodegas, que deben tener un uso para no caer en el abandono, son algunas de las ideas que se han expuesto a lo largo del II Congreso de Barrios Históricos de Bodegas celebrado en San Asensio.
El encuentro ha sido clausurado por la presidenta de la Ruta del Vino Rioja Alta, Begoña Jiménez, quien ha expresado que “ha servido para poner en valor y visualizar un patrimonio vivo y en muchos casos durmiente pero siempre de gran interés para la generación de riqueza turística y social en nuestro territorio”. Jiménez ha animado a los asistentes a mantener el interés por los barrios históricos y a seguir impulsando todas las iniciativas que ayuden a su rehabilitación y colaboración.
En el cierre han intervenido también, Estela Lecea, tercera generación de Bodegas Lecea, quien ha invitado a los asistentes “a seguir creyendo en el desarrollo de los barrios históricos de bodegas” y el gerente de la cooperativa El Arca de Noé, Pedro Sodupe, que ha explicado la vinculación de la cooperativa con el barrio de bodegas de San Asensio.
Las ponencias se han centrado en la casuística de los barrios de diferentes regiones vitivinícolas españolas. De este modo, Leandro Sánchez, arqueólogo, y Nuria Serrador, de Bodegas Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre han hablado en representación de Rioja Alavesa; Juan Manuel Casares, presidente de la DO Ribeiro, ha explicado la realidad de esta comarca gallega, mientras que Valentín Rincón, presidente de la Asociación de Bodegas y Cuevas de Dueñas, ha disertado sobre la realidad del barrio de bodegas de esta localidad palentina y Eva Pargas, investigadora de la Universidad da Coruña ha expuesto las características del fenómeno de los Guachinches tinerfeños.
Ponencias territoriales
Para Leandro Sánchez, antes de intervenir sobre una bodega histórica “hay que hacer acopio de una documentación rigurosa tanto descriptiva como analítica”. Como ejemplo, el estudio realizado en el barrio de Matarredo en el municipio de Samaniego. Gracias a este estudio se ha documentado que el barrio nació a principio del siglo XVIII y alcanzó su mayor grado de desarrollo en el XIX.
Nuria Serrador expuso la experiencia de su bodega familiar de Laguardia, cuando decidió abrir al público e integrarse en la naciente corriente del enoturismo. Las bodegas Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre tuvieron que adaptar la tipología de las visitas a sus características. El resultado ha sido que en estos momentos “nuestra principal fuente de ingresos son las visitas y las ventas en la misma bodega”. Asimismo, han observado un alto grado de fidelidad entre los visitantes. Nuria Serrador defiende que es compatible “la visita a una bodega tradicional con visitar unas grandes bodegas”.
Juan Manuel Casares, presidente de la DO Riberio describió que “Ribeiro es más que vino: es paisaje, es historia, es una forma de vida”. Recordó que el vino de Ribeiro fue el primer vino en lograr la internacionalización (se comercializó a través del Camino de Santiago, aprovechando la cercanía al mar, y viajó con Colón hasta América). La producción de Ribeiro estuvo muy ligada a los monasterios y ya en 1579 unas ordenanzas del ayuntamiento de Ribadabia están consideradas el antecedente directo de los reglamentos de los consejos reguladores de las DO.
En la localidad de Dueñas funciona la Asociación de Bodegas y Cuevas (cuevas vivienda empleadas antaño por los jornaleros del sector), cuyo presidente, Valentín Rincón, ha explicado que se trata de una iniciativa privada que “ha iniciado un camino para defender su patrimonio, para promoverlo como recurso turístico capaz de crear un retorno económico favorable para la localidad, para sensibilizar a autoridades y propietarios de la necesidad de conservar este patrimonio subterráneo”. En Dueñas existen 178 bodegas y 94 bodegas. Para Valentín Rincón “todavía nos queda un largo camino por recorrer, pero creemos en ello”. Una de las iniciativas está relacionada con la investigación histórica en los archivos de Dueñas que “nos está permitiendo obtener datos muy interesantes”.
Los Guachinches (centros de comercialización de vinos de producción propia en el norte de Tenerife) se han convertido en un fenómeno con la peculiaridad de que cuenta, tanto del favor de los lugareños, como de los turistas, tal como lo ha descrito Eva Parga, investigadora del Grupo de Estudios Territoriales del Departamento de Sociología y Ciencias de la Comunicación de la Universidad da Coruña.
En los guachinches se sirve, tradicionalmente, el excedente de la propia cosecha, y se presenta en jarras, sin etiquetado, ni embotellado. Y aún así, es el territorio español donde se vende el vino a un precio más alto. En estos espacios tradicionales tinerfeños se casa la gastronomía local con el vino producido por el propio propietario del establecimiento, en muchas ocasiones ubicado en su propia residencia.
Los asistentes, además, han tenido la oportunidad de conocer el barrio histórico de bodegas de San Asensio y, en concreto, el proyecto de Bodegas Lecea.
Vaya parrafadas! !!!!!!