«El crecimiento urbano y la consecuente demanda de servicio fue el origen de la gasolinera, pero hoy la evolución de las necesidades urbanísticas y la asunción de riesgos crecientes desaconsejan totalmente su actual ubicación en el casco urbano!. Así lo señala, destacan desde IU y el PCE, «el Atlas General de Riesgos  que incluye a las gasolineras en el conjunto de `peligros químicos´, por no citar la coexistencia con conducciones de gas natural que incrementan aún más el riesgo. Tampoco resulta desdeñable el hecho de que dicha gasolinera se encuentra en las proximidades de una  `escuela´, algo que contraindica su ubicación según cualquier análisis de riesgos urbanos. La situación de gasolineras en los núcleos urbanos, rodeadas de viviendas y centros públicos (hospitales, centros de salud, residencias o colegios), tiene efectos nocivos para la salud según se desprende de numerosos estudios como el publicado por la Universidad de Murcia (Journal of Environmental Management) que demuestra que el aire de las gasolineras supone un peligro real para la salud de los ciudadanos».

Ambas formaciones políticas siguen señalando en un comunicado que «de acuerdo con estos datos, el trasiego de combustibles de los camiones cisterna a los tanques de la gasolinera y, de estos, a los vehículos, conllevaría un riesgo significativo de explosión e incendio, y sería causa de la emisión de hidrocarburos volátiles tóxicos, entre ellos el cancerígeno benceno, en concentraciones que ponen en riesgo la salud. Resulta por tanto que, estos riesgos para la seguridad y la salud pública, resultan inaceptables en un área urbana residencial».

«Mientras que en cualquier ciudad de nuestro país hace años que se desmantelan los surtidores de carburante, en Haro no se estudia la fórmula de lograr el desmantelamiento y/o el traslado de la citada gasolinera y se continúa permitiendo meter miles de litros de combustible inflamable a unos metros de viviendas lo que constituye un acto irresponsable al mantener de `forma perpetúa´ un evidente riesgo sanitario y una permanente amenaza para la seguridad de los vecinos».

Para IU y PCE, «un elemental criterio de prudencia debería ser suficiente para que quienes dirigen el actual Ayuntamiento reflexionaran sobre las ventajas y los inconvenientes, aplicaran el sentido común, estudiaran el problema y buscaran las soluciones para revertir esta situación de riesgo».

Así pues, «de acuerdo con los deseos de ciudadanos cuya vivienda se encuentra en Avenida de La Rioja, o no, desde el Partido Comunista y desde Izquierda Unida en Haro nos solidarizamos con dicha petición e instamos a las autoridades locales emanadas de las pasadas elecciones a que inicien el proceso necesario para estudiar y solucionar este problema».