La representación empresarial lamenta las amenazas de los sindicatos en la negociación del convenio vinícola
Como muestra de su voluntad de lograr un acuerdo, asistirá a la próxima reunión, convocada unilateralmente por la parte sindical, aunque considera que rompe el normal discurrir de la negociación.
La representación empresarial vinícola lamenta profundamente la amenaza de movilizaciones anunciada por los sindicatos de trabajadores en una época tan importante como la vendimia, así como considera una deslealtad la convocatoria unilateral de la mesa negociadora por parte de los sindicatos, en un plazo muy corto de tiempo, cuando todas las convocatorias anteriores se han realizado por acuerdo entre las partes y con al menos un periodo mínimo de un mes entre reuniones.
Más sorprendente resulta dicha actitud ante una negociación del convenio que sigue su avance y cuenta con la firme voluntad de acuerdo por parte de las bodegas de La Rioja, como así lo transmitía la parte empresarial, en un comunicado conjunto dirigido a los trabajadores, para su lectura durante la asamblea celebrada por las organizaciones UGT, CC.OO. y USO el pasado viernes, 13 de septiembre. Sin embargo, los sindicatos se negaron a leerlo.
En dicho documento, la representación empresarial integrada por Grupo Rioja, ABC, PROVIR y FECOAR, quería despejar dudas sobre cualquier percepción de confrontación o paralización que pudiera haberse instalado en el sentir de los trabajadores, ratificando su compromiso de seguir avanzando en un nuevo convenio que recoja mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores, que son la pieza fundamental de sus empresas.
Precisamente, en la última reunión celebrada el 5 de septiembre se acercaron posturas para sortear obstáculos importantes, acordando ambas partes fijar en 900€ la base de referencia de la antigüedad, lo que supone un aumento del 22% de este concepto.
Cabe recordar que el convenio colectivo para industrias vinícolas de La Rioja es el más alto de España, con unos costes salariales muy superiores a los de competidores, como Ribera de Duero o Rueda, lo que la sitúa en una clara desventaja en el mercado. Esta brecha es cada vez mayor por los convenios colectivos que van a aplicar las bodegas de la competencia en los próximos años, que recogen importantes restricciones en cuanto al coste hora y han eliminado conceptos como la antigüedad.
La situación coyuntural del sector es desfavorable, con una caída en las ventas de vino embotellado de un -7,35% en 2018, y un -4,62% en el primer semestre de 2019, motivada por el descenso de las exportaciones y el mal comportamiento general de los principales mercados de Rioja.
El futuro inmediato no mejora las expectativas, con el impacto que puede generar el Brexit y el incremento generalizado de aranceles en el comercio internacional, acompañado todo ello por una previsible ralentización económica en España y a nivel global.
Ante este delicado contexto de incertidumbre, la representación empresarial apela una vez más a la responsabilidad de los sindicatos de los trabajadores, para que no inicien medidas de presión en empresas individuales o a nivel general en un periodo tan importante como la vendimia, ya que no son necesarias, ni positivas para ninguna de las partes.
Si se han tomado estas medias medidas es porque la parte patronal no se ha sentado a negociar como han pedido las sindicatos, un convenio alto…, lo que tiene que haber son convenios decentes y que se cumplan que hay bodegas que no lo hacen, realizando horas que no se pagan ni se disfrutan o no pagando complementos que corresponden al trabajador, como también digo que hay bodegas que cumplen el convenio a la perfección. Hablas de convenio alto pues no sé, tenemos zonas limítrofes como País Vasco y Navarra que nos superan con creces los convenios.