CCOO pide que las empresas de limpieza de Nájera y Logroño pongan para sus empleados taquillas separadas para la ropa de trabajo y la de calle ante el COVID-19
El sindicato insiste en que «el sector de limpieza viaria, como servicio esencial para la sociedad, debe de seguir realizando su labor, pero con las adecuadas medidas de seguridad. El sector de limpieza viaria y recogida de residuos de La Rioja, no se está ocupando en general de la seguridad y salud de sus trabajadores, al obligarlos a llevar la ropa de trabajo diariamente a sus casas y no permitirles depositarla en las lonjas».
Desde CCOO de Construcción y Servicios de La Rioja «queremos hacer visible la falta de medidas adecuadas de protección – EPIS, para el personal de limpieza urbana y de recogidas de residuos.
Empresas como Ute Logroño Limpio, encargada del saneamiento urbano en Logroño, no está tomando las medidas adecuadas de protección a sus trabajadores.
Resulta completamente insuficiente el protocolo que ha aplicado para asegurar la salud de los trabajadores, teniendo en cuenta que el Saneamiento Urbano es un Servicio Esencial. Son trabajadores y trabajadoras que realizan su trabajo mayoritariamente en las calles de Logroño, Calahorra, Nájera, etc., y a día de hoy no han recibido por parte de las empresas ni una sola mascarilla.
Es imperdonable, que empresas como UTE LOGROÑO LIMPIO en Logroño y su Comité de Seguridad y Salud, aún no hayan acordado unas correctas medidas de seguridad y salud para más de 200 trabajadores/as que hay en Logroño.
El sector de limpieza viaria, al ser un servicio esencial para la sociedad, debe de seguir realizando su labor, pero con las adecuadas medidas de seguridad.
La primera medida que deben tomar las empresas como FCC, encargada de la limpieza de ciudades como Logroño o Nájera, es poner taquillas separadas para la ropa de trabajo y la de calle.
Las empresas están ordenando a los trabajadores llevar la ropa diariamente a sus casas, con el consiguiente peligro de llenar sus domicilios de microorganismos perjudiciales para la totalidad de las familias.
La ropa de trabajo al igual que los EPI, no deben llevarse a casa, y las empresas deben adaptar los diferentes centros de trabajo a las circunstancias actuales, sin poner en riesgo la salud de los trabajadores y de sus familias.