CSIF: «Más de un tercio de residentes y la décima parte de las gerocultoras de la residencia Santa Justa de Logroño han dado positivos por COVID-19»
Los test practicados a trabajadores y residentes revelan la penosa situación de la residencia Santa Justa de Logroño. CSIF denuncia la falta de supervisión y temeridad de la dirección de la residencia al permitir acabar su turno a personal contagiado por coronavirus.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia «la penosa situación en la que se encuentran tanto residentes como trabajadores de la residencia de personas mayores Santa Justa de Logroño, donde los test serológicos practicados esta semana revelan que gran parte de la plantilla y más de un tercio de los usuarios están contagiados por COVID-19.
En concreto, las pruebas realizadas a comienzo de esta semana entre los residentes han detectado anticuerpos por coronavirus en 53 residentes de un centro que tiene capacidad para 156 personas y donde ha habido que lamentar un gran número de fallecimientos, 11 diagnosticados dentro del centro. Otros residentes han tenido que ser ingresados en centros hospitalarios.
Así mismo, los test practicados el pasado viernes a la plantilla han confirmado que hay trabajadores positivos en todos los gremios salvo cocina. Entre el personal del ámbito sanitario, se encuentran 13 trabajadores de baja por coronavirus (seis más este pasado lunes), siendo el grupo de gerocultoras uno de los más castigados. De hecho, de las cuatro enfermeras con las que contaba el centro, ahora sólo quedan dos. Las funciones de las dos enfermeras que faltan las están realizando gerocultoras del centro.
Este sindicato, señala a la falta previsión por parte de la dirección, para dotar de material adecuado a los trabajadores, así como la ausencia de supervisión y vigilancia de los protocolos de prevención como algunas de las principales causas por las que la residencia Santa Justa registra una cifras tan desafortunadas.
En este sentido, cabe reseñar como a trabajadores que habían dado positivo en los test se les ha hecho acabar su turno, vulnerando la normativa y el sentido común.
Por otra parte, aunque la plantilla dispone de diverso material de protección, como batas impermeables de Arnedo o pantallas de protección facilitadas por un familiar de un residente, carecen de mascarillas FFP2 y sólo disponen de mascarillas quirúrgicas. Incluso han tenido que utilizar la misma mascarilla durante tres semanas. No olvidemos que estos trabajadores están en contacto directo con enfermos por coronavirus.
Sin querer ser alarmistas, CSIF advierte que las residencias de personas mayores se están convirtiendo en uno de los focos propagación de la infección y, por tanto, se deben de extremar las medidas de protección de todas estas personas, trabajadores y residentes con alto riesgo de contagio.
En la residencia Santa Justa, la situación sería aún peor de no contar con los servicios de desinfección diaria de la UME, que también ha montado una especie de hospital de campaña en la sala de televisión del centro.
CSIF reclama a la dirección del centro y al Gobierno de La Rioja (esta residencia cuenta con plazas públicas) no sólo mayor celo en las medidas de prevención y protección de residentes y trabajadores, sino también atención psicológica para estos colectivos que están atravesando una durísima situación por la que sin duda, dicha atención psicológica, de la que ahora carecen, es absolutamente imprescindible.
Que el gobierno empieza a controlar las RESIDENCIAS YA