OPINIÓN. Consideraciones sanitarias sobre la pandemia
Desde que esta epidemia atacó España, varias han sido las vertientes que resultaba preciso considerar: Por un lado la alta contagiosidad del virus y su relación con el número de infectados, aislados, ingresados y fallecidos traducida en el importante coste social y personal que ello ha producido; y por otro lado, asociado a la necesidad de realizar un aislamiento efectivo, el también importante coste social y económico que la detención del país ha supuesto, que no terminará con la puesta en marcha de las actividades productivas, sino que supondrá la existencia de una fase económica muy deprimida y cuyo coste social será tremendo. Sin embargo, otro problema que ha tenido «en jaque» a las autoridades ha consistido en el hecho de que el rápido contagio de la enfermedad ha podido desbordar las posibilidades asistenciales de nuestro sistema de salud exteriorizando las carencias del mismo y demostrando el papel nefasto que los recortes y las privatizaciones han supuesto.
Partiendo de esta base podemos afirmar que el sistema sanitario asistencial riojano, aunque con dificultades, ha demostrado su capacidad para enfrentarse al Covid 19, con la ayuda y colaboración gracias al confinamiento de todos los ciudadanos de este país. Hoy parece ser que las curvas epidemiológicas están demostrando que el ataque agudo está siendo controlado y aunque continuaremos teniendo nuevos infectados y desgraciadamente fallecidos la época de «miedo justificado» que hemos atravesado podría estar llegando a su fin.
Este periodo ha confirmado el hecho de que el sistema público constituye una de las fundamentales defensas de la sociedad frente a eventos similares al producido por esta pandemia. Y no hay que olvidar un detalle, el tan «cacareado cambio climático» asociado a la reducción de la biodiversidad origina sin ninguna duda una modificación significativa de los ecosistemas que naturalmente se traduce en la facilidad de presentación de nuevas mutaciones. La fortaleza del sistema público resultará cada vez más importante a la hora de proteger nuestra salud y nuestro estado de bienestar.
Sin embargo, las particularidades de este virus -hasta el momento desconocido- nos obliga a plantearnos algunas reflexiones:
- Cuando consigamos doblegar la curva epidemiológica del Covid-19 habremos logrado vencer en una batalla, pero el problema no se habrá terminado. Desgraciadamente el Covid 19 no se va a ir y tendremos que convivir con el virus al menos hasta 2021. Podremos controlar la epidemia, pero hasta que no contemos con tratamientos eficaces y vacunas frente al virus no habremos doblegado la enfermedad.
Bajo esta premisa básica tendremos que intentar solucionar muchas carencias que tiene el sistema en la actualidad con la finalidad de poder enfrentarnos a la posibilidad de «rebrotes infectivos» y también para estar preparados por la aparición de una nueva epidemia de características similares. El objetivo central de nuestros esfuerzos consiste sin ninguna duda en «FORTALECER EL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO».
- Resulta imprescindible crear y mantener una reserva estratégica de productos sanitarios.
- Necesitamos contar en el Hospital con una ÁREA PERMANENTE DE AISLAMIENTO que nos permita establecer el primer frente de choque contra epidemias similares que se puedan producir en el futuro.
- Necesitamos reorganizar el sistema sanitario preventivo-socio-asistencial de La Rioja para optimizar su funcionamiento.
Y todo ello se traduce en «MAS PERSONAL» Y «MAS MEDIOS». Cuando se «terminen los aplausos» no debemos olvidar esta situación y debemos trabajar para «POTENCIAR EL SISTEMA PÚBLICO». Los ámbitos de actuación tendrían que ser la Unidad Central de epidemiología y de actuación socio-sanitaria, las Unidades de Atención Primaria y las Unidades Especializadas, todo ello en el marco de una relación permanente y bidireccional entre estos diferentes niveles, relación que hoy por hoy no existe.
Julio Martínez y Gregorio Martínez. Partido Comunista de España en Haro.
Se agradece enormemente la comunicación de alguien experto, y no tantas chorradas políticas.
MUCHÍSIMAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN.
A VOSOTROS ES A QUIEN HAY QUE HACEROS CASO.
En especial a Goyo que ya es hora le pongan una placita. Pocos hay tan perspicaces.