La Rioja registra, entre marzo y mayo, 253 fallecimientos más de los que se hubieran contabilizado en una situación normal
Un informe, al que hace referencia nuevecuatrouno, y que se extiende del 20 de marzo al 5 de mayo, se indica que «en esos días murieron en La Rioja (por cualquier causa) 575 personas, es decir, 253 más (el 78,8 por ciento) de las 322 que se hubieran producido en una situación de normalidad. El incremento de la mortalidad se hace más notable entre los hombres que entre las mujeres, así como entre los mayores de 74 años. En este último caso, la mortalidad casi se duplica, con un incremento del 91,4 por ciento.
En los datos, eso sí, se aprecia un hecho curioso: el excedente de fallecimientos (253) sobre los esperados es inferior al número de defunciones notificadas por COVID-19 (329). Las fuentes consultadas por este medio lo explican desde dos puntos de vista. Por un lado, que la Administración ha sido transparente en la notificación de fallecimientos por coronavirus. Y por el otro, los datos constatan la especial incidencia que ha tenido la pandemia en las personas mayores y con otras patologías, que igualmente podrían haber resultado letales en una situación de normalidad sanitaria», informa el portal digital.
Agradecer que fueran enterrados en campo santo, esta calaña de mentirosos hubieran sudo capaces de utilizar otros recónditos lugares para esconder los muertos y el por qué del fallecimiento.
Pues en Madrid, donde no dirige «la calaña de mentirosos», hay muchos más muertos en el excedente de fallecimientos sobre los esperados que los indicados como corona-virus por la Comunidad del PP.