La incidencia acumulada en La Rioja en los últimos catorce días es la mitad que la registrada en España.

La situación epidemiológica de La Rioja se desarrolla de manera favorable en la nueva normalidad, según los últimos datos de evolución de la enfermedad en la comunidad. Desde el 21 de junio, 118 personas han sido diagnosticadas con COVID-19; de los que sólo dos han requerido hospitalización ya que la mayoría eran asintomáticos o han presentado síntomas leves de la enfermedad.

Asimismo, el indicador R0, que mide el número de personas que contagia cada caso confirmado, se sitúa en 0,64. Este es su nivel más bajo desde el 1 de junio y también es inferior al 0,73 registrado de media en mayo y del 0,91 de junio. Además, la incidencia acumulada (casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes) en La Rioja durante los últimos catorce días es de 26,20, la mitad que la registrada en el conjunto del país (51,11).

Actualmente, hay cinco brotes registrados en La Rioja, con un total de 29 casos confirmados. Todos ellos son de pequeña magnitud y están controlados por parte de los equipos de vigilancia epidemiológica:

• Brote en Logroño, notificado el 20 de julio: cinco casos confirmados.
• Brote en Rioja Alta (Casalarreina, Haro y Briones), notificado el 22 de julio: siete casos confirmados.
• Brote en Logroño, notificado el 23 de julio: once casos confirmados.
• Brote en San Vicente de la Sonsierra, notificado el 23 de julio: tres casos confirmados.
• Brote en Santo Domingo de La Calzada, notificado el 27 de julio: tres casos confirmados.

Este jueves 30 de julio no había ninguna persona hospitalizada por COVID-19 en La Rioja, y ningún paciente ha requerido su ingreso por la enfermedad en la Unidad de Cuidados Intensivos desde el 23 de mayo.