Ligado durante toda su vida profesional al periódico El Correo, fue Delegado (director) de la edición riojana del diario con 26 años y lo fue también durante un tiempo de la edición alavesa. Como indica José Manuel Calzada en el Primera Plana ‘el perfeccionismo acanallado de su pluma no le granjeó nunca amigos en las altas esferas ni admiradores en las bajas, de lo que sin duda se beneficiaron siempre los que probablemente nunca se lo agradecieron: los lectores’.

Además en los años ochenta, colaboró discretamente en poner los cimientos de la Asociación de la Prensa.