De abril a octubre, 91.556 trabajadores de La Rioja se han protegido con un ERTE
La delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán, ha analizado los datos correspondientes a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) desde el comienzo del estado de alarma y la situación actual de los trabajadores de la Dirección Provincial del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Marrodán ha valorado positivamente el trabajo desarrollado por los trabajadores del SEPE durante estos últimos meses. “La tramitación de distintas prestaciones, a las que se han sumado los expedientes por ERTE, se ha traducido en un trabajo ingente, una situación excepcional acorde a la crisis sanitaria que estamos sufriendo y que desde SEPE han sido capaces de gestionar con eficacia”, ha explicado.
Muestra de este volumen de trabajo añadido es el número de ERTEs que se han tramitado de abril a octubre, que han alcanzado un importe total de abril a septiembre de 57.382.492 euros en concepto de nómina a pagar, beneficiándose de ellos 91.556 perceptores en La Rioja entre abril a octubre.
Tal y como ha manifestado la delegada María Marrodán, “las cifras de ERTEs en nuestra Comunidad Autónoma ponen de manifiesto la eficacia que ha tenido la medida adoptada para afrontar la situación laboral derivada de la pandemia y el firme compromiso del Gobierno de España con los trabajadores, empresas y autónomos”.
MEJORAS EN EL SEPE DE LA RIOJA
Por otro lado, Marrodán ha destacado las mejoras que se han introducido en la Dirección Provincial del SEPE con el objetivo de acometer las tareas necesarias a realizar como consecuencia del Covid19 y los ERTEs:
Inclusión de 9 funcionarios con carácter interino para apoyo en la gestión y para rebajar la carga de trabajo. En la actualidad, están trabajando en SEPE de La Rioja 59 personas.
Adaptación de los sistemas informáticos y telefónicos para poder desarrollar la mayor cantidad de actividades en la modalidad de tele-trabajo, en especial para aquellos funcionarios de grupos vulnerables.
Cambios de la distribución de los puestos de trabajo en las oficinas de prestaciones.
Aumento de la separación entre los puestos de trabajo.
Disminución de la atención presencial para evitar contagios.
Aumento de las gestiones telemáticas y telefónicas con los ciudadanos para poder tramitar las prestaciones lo antes posible.
Aumento de las jornadas laborales de los funcionarios con el fin de mejorar algunos retrasos en la gestión de las prestaciones debido al volumen de las mismas.
Reuniones con los representantes de las organizaciones profesionales para mejorar la coordinación entre estas entidades y el SEPE.