Luisa Carcedo defiende la nueva Ley de Eutanasia, “asentada sobre derechos fundamentales” y sobre la “decisión individual y libre de la persona”
“Los socialistas nos sentimos muy orgullosos con esta ley”, con la que “el PSOE vuelve a ser pionero en el impulso de derechos en nuestro país”, asegura Ana Santos.
La secretaria ejecutiva de Sanidad y Consumo de la Ejecutiva Federal del PSOE y una de las principales impulsoras de la Ley de Eutanasia -actualmente en trámite parlamentario en el Senado-, María Luisa Carcedo, ha celebrado una rueda informativa telemática previa al encuentro virtual con los militantes riojanos para explicar el alcance de la Ley.
Una nueva Ley “que se asienta sobre derechos fundamentales y regula un derecho civil”, ha explicado Carcedo, quien ha querido aclarar la diferencia sustancial con la Ley de cuidados paliativos “que tiene un sustento jurídico muy distinto puesto que se asienta sobre derechos sanitarios”. En este sentido, Carcedo ha explicado que la Ley de eutanasia debe tener condición de Ley orgánica puesto que “se asienta sobre el derecho fundamental a la libertad de las personas, el derecho inviolable a la dignidad, el derecho de la persona a la vida y a la integridad física y moral, el derecho a la intimidad y a la propia imagen y sobre la libertad ideológica individual y, por lo tanto, su concepto sobre la vida y la muerte”, ha reiterado. “Son leyes complementarias”, ha subrayado, “puesto que la Ley de cuidados paliativos no era suficiente”.
Por otro lado, se ha referido al cambio de paradigma en la relación entre el médico y el paciente que supone la Ley, ya iniciado con la Ley de autonomía del paciente de 2003, y que se basa en que “la persona decide y valora si esa vida es vida según su ideología, creencias y su concepto de la vida”. En este sentido “se trata de una Ley muy garantista puesto que se asegura que es la persona la que decide, y de ahí el requerimiento de dos demandas de la persona con quince días de diferencia, de un proceso deliberativo donde se explica y se comprueba que la persona comprende las posibilidades terapéuticas a su disposición dentro del sistema”, explica.
Igualmente, la Ley define con claridad las circunstancias y los tipos de padecimiento sobre los que se puede solicitar, que deben estar valorados por el médico responsable y el médico consultor y verificados por la Comisión de garantías y evaluación que la ley crea y que tienen que poner en marcha las Comunidades. “Es, en definitiva, un ejercicio de responsabilidad y una decisión individualísima de la persona”, ha explicado.
Por último, “es una ley que parte de considerar a la condición humana tal y como es y que la vida tiene otros enveses; la vida puede conllevar a la enfermedad y al sufrimiento y cuando solo está abocada a ese sufrimiento, la persona pueda acabar con él”, ha concluido.
Por su parte, la diputada regional Ana Santos se ha referido a esta Ley como “una gran conquista social y un derecho que la ciudadanía y los colectivos vienen reclamando desde hace muchos años”. “Con esta Ley – ha añadido- el PSOE vuelve a ser pionero en el impulso de derechos civiles en nuestro país, y nos sitúa entre los seis primeros países en reconocer este derecho”, mientras “la derecha y la ultraderecha se han quedado solos y han vuelto a fracasar”, ha explicado.
La Ley de eutanasia “no es una ley de muerte, es una ley de vida, de vida digna y no es una obligación, sino un derecho, da una respuesta jurídica y garantista a una demanda social, evidenciando el compromiso del Gobierno con ella”, asegura Santos.
“Venimos de un tiempo de minoría de edad en lo personal, siempre ha existido una pugna entre la libertad individual y el control social de la vida de las personas. El derecho a una buena muerte es una plasmación de los derechos humanos a través del derecho constitucional de libertad personal y los socialistas nos sentimos muy orgullosos de esta ley”, ha concluido.