ARAG-ASAJA solicita que la caza sea una excepción a las limitaciones de desplazamiento para evitar daños en los cultivos
La organización agraria advierte de la falta de medidas para controlar la sobrepoblación de fauna silvestre cuyos efectos podrían constatarse en los próximos meses en el campo riojano. ARAG-ASAJA recuerda al Ejecutivo regional que el pasado mes de noviembre ya autorizó como medida excepcional los desplazamientos desde municipios confinados perimetralmente para el control cinegético de la caza mayor.
ARAG-ASAJA vuelve a reclamar al Gobierno de La Rioja que, de forma urgente, declare la práctica de la caza como “actividad esencial” siempre y cuando esté dirigida a controlar la sobrepoblación de fauna silvestre, o que, al menos, autorice la movilidad de aquellos cazadores que están sometidos a las restricciones de desplazamiento impuestas en estos momentos en Logroño, Lardero y Villamediana.
ARAG-ASAJA ha recordado al Ejecutivo regional que, en el anterior confinamiento de Logroño que tuvo lugar el pasado mes de noviembre, ya autorizó como medida excepcional los desplazamientos desde municipios confinados perimetralmente para el control cinegético con el fin de mitigar los daños en los cultivos agrícolas producidos por la caza mayor, evitar el riesgo de propagación de enfermedades desde ciertas especies al sector ganadero, así como reducir los accidentes de tráfico.
Por este motivo, la organización entiende que, aplicándose las medidas de prevención para la actividad cinegética, no debería existir ningún motivo para dificultar el desarrollo de esta actividad, tanto desde el punto de vista del desarrollo de la propia actividad cinegética como desde el control del tránsito de las personas, que puede realizarse mediante los permisos y calendarios de caza aprobados por la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica.
De lo contrario, explica ARAG-ASAJA, en los próximos meses los agricultores y ganaderos riojanos volverán a sufrir daños en los cultivos, sin que la administración compense las pérdidas producidas. “Un grave problema que va en aumento y que ya el año pasado afectó a más del 50% de los municipios de La Rioja causando importantes pérdidas económicas al sector.