Trabajadores municipales del Ayuntamiento de Santo Domingo recurren al Defensor del Pueblo ante el silencio administrativo del Consostorio
El Sindicato Riojano de Policías y Funcionarios indica en una nota de presa que: «De todos es sabido que las administraciones públicas deben regirse por principios tales como agilidad, eficacia o eficiencia en las relaciones con sus administrados, máxime si estos administrados no son solamente ciudadanos, sino sus propios trabajadores. En Santo Domingo de la Calzada, por desgracia, este código de buen gobierno no parece existir. Muchos de sus trabajadores llevan años (han leído bien, años) presentando solicitudes en tiempo y forma a dicho Ayuntamiento, obteniendo sistemáticamente el silencio administrativo por respuesta. La corporación por tanto, hace caso omiso a la obligación de resolver todas las solicitudes, como así lo contempla la Ley del Procedimiento administrativo común. Este uso obsceno y pervertido del silencio administrativo denota un desdén y un desprecio hacia sus trabajadores impropio de una administración pública, que lejos de dar ejemplo de gestión respetuosa y decente, demuestra una inactividad degradante ignorando peticiones y solicitudes. Debido a esta situación, varios de esos trabajadores molestos por, como ellos mismos dicen: “la tomadura de pelo a la que se estamos siendo sometidos, pues entre varios trabajadores superamos los cien escritos sin respuesta”, han pedido auxilio al Defensor del Pueblo, una institución de ámbito nacional “de la que no se atreverán a reírse como se están riendo de nosotros”, afirman. El Defensor del Pueblo por su parte, solicitó información al Ayuntamiento para hallar respuesta a semejante comportamiento y depurar responsabilidades por los injustificados silencios administrativos, pero la sorpresa fue mayúscula cuando el Ayuntamiento, en un alarde de petulancia, también emplea el silencio administrativo contra esta institución; “no dábamos crédito, nos parece increíble que también hallan pasado olímpicamente del Defensor del Pueblo, porque si ya era grave no contestar a los escritos de los trabajadores, no contestar al Defensor del Pueblo es de una soberbia y una falta de respeto a esa institución tremenda ”. No en vano, esta institución transmitió a los afectados el siguiente escrito:
“Estimado Sr:
Con relación a su queja, tramitada con el nº arriba indicado, ante la tardanza en recibir la información que esta institución solicitó al Ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada, se le comunica que con esta misma fecha se ha requerido la remisión urgente de la misma.
Le saluda muy atentamente, Concepció Ferrer i Casals (Adjunta Segunda del Defensor del Pueblo).
Ya sólo el tiempo y al resolución del Defensor del Pueblo decidirá sobre el irrespetuoso comportamiento del consistorio calceatense y su falsa sensación de ser “intocables”.