Las discotecas y el ocio nocturno de La Rioja cumplen el año de cierre sin saber cuándo abrirán
Las discotecas y salas de fiesta de La Rioja reclaman al Gobierno regional una mesa de trabajo exclusiva para abordar su situación y las ayudas e indemnizaciones necesarias para que el sector no desaparezca.
«15 de marzo del 2020. Un día fatídico en el calendario para la caída de todo un sector de la economía española y del sector turístico español. Nos referimos al sector de Discotecas y Ocio Nocturno. Ya ha pasado un año desde que se decretó su cierre y lo peor de todo es que no sabemos cuándo se efectuará su reapertura. 2.000 familias riojanas siguen pendientes de una reapertura que no llega.
Puede que haya gente que no tiene ninguna consideración hacia nuestro sector. Es posible que sea por un total desconocimiento de él.
Sin embargo, sí hay un reconocimiento nacional e internacional evidentes del sector de la restauración española, que sin duda, es muy merecido. A quién no le suenan los nombres de Ferrán Adriá, Martin Berasategui, Joan Roca, Juan Mari Arzak, entre otros.
De la misma forma también hay nombres propios en nuestro sector muy significativos, como Pacha Ibiza, Amnesia, Privilege, Opium, Joy Eslava, Fabrik, Razzmatazz, entre otras, y esto son nombres de Discotecas que resuenan tanto a nivel nacional como internacional. La creación de muchas de estas salas ha contribuido a la expansión de diversas zonas turísticas, por ejemplo la de Ibiza. Sin ellas, la isla nunca hubiera tenido la relevancia que tiene hoy en día.
Las discotecas son un centro de atracción en pueblos y ciudades. En nuestras salas y locales de La Rioja se desarrollan actividades culturales, de ocio, celebraciones, etc. Seamos honestos ¿cuántos de nosotros hemos conocido a nuestras parejas en ellas, o hemos ido a pasar una noche entre amigos para celebrar cualquier acontecimiento? ¿Cuántos hemos acabado en una discoteca después de celebrar una boda o en una despedida de solteros?
Todo esto es lo que estamos poniendo en peligro, y es posible que pueda desaparecer todo un sector, después de 1 año, 52 semanas, 365 días, 8.760 horas, 525.600 minutos, de cierre y sin atisbar siquiera la fecha de reapertura.
Volvamos a hacernos la pregunta. ¿Quién es capaz de soportar 1 año en blanco, con cero ingresos y con toda la carga de la presión fiscal como si no existiera pandemia?
Las Discotecas y el Ocio Nocturno estamos siendo grandes perjudicados de esta pandemia ya que intentan que seamos invisibles. ¿Y porque los grandes perjudicados? Porque cuando los casos de contagios suben, nosotros estamos cerrados, cuando bajan seguimos cerrados, cuando llegan las Navidades y todo el mundo hace lo que quiere, seguimos cerrados. Cuando se reúnen las personas en casas, chalets, nosotros seguimos cerrados. Las autoridades aconsejan que mantengamos las distancias, limitan las reuniones y todo el mundo hace lo que quiere, y nosotros seguimos cerrados. O sea, pagamos los platos rotos de la falta de vigilancia y de acciones coercitivas para los incumplidores que hay en la sociedad.
Y como contraprestación a esta situación ¿qué recibimos? Cero ayudas, desprecio e incomprensión por parte de nuestra administración pública, y desde un punto de vista de la fiscalidad, nos mantienen en una situación de normalidad, como si no hubiera pandemia y todos estuviéramos trabajando como hace un año . Así que los mismos que decretan nuestro cierre, están provocando nuestra ruina. A ellos toda esta circunstancia les sale gratis, pero somos nosotros los que soportamos las pérdidas que ocasionan sus decisiones.
Hemos sido el sector más solidario y cumplidor de nuestra sociedad, ya que han dado por supuesto que nuestro cierre evitaría nuevos contagios. Y siendo tan solidarios con la prioridad sanitaria, ¿Por qué nuestra administración pública es insolidaria con nosotros?
Reclamamos el derecho al trabajo y si no quieren que ejerzamos nuestro derecho, exigimos ayudas o indemnizaciones (como quieran llamarlas) sectoriales, a través de una mesa de trabajo exclusiva para discotecas y ocio nocturno. Creemos que después del tiempo transcurrido y lo desesperada de nuestra situación es más que necesario y justo.
De esta forma, sentiríamos que, lo mismo que nosotros miramos por nuestra sociedad, la sociedad mirara por nosotros. Y no como hasta ahora, que parecemos unos perros que han tomado la decisión de aplicarnos la eutanasia por desangramiento.
Hace unos días el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sanchez, dijo: “Se está preparando un paquete de ayudas para salvar a las empresas viables”. No estará esperando el Presidente a que ninguna empresa sea viable, y de esta forma no tener la necesidad de ayudar a nadie. Muerto el perro, se acabó la rabia. O a lo mejor son viables las compañías aéreas a las que se les van a insuflar 10.000 millones de euros y el resto con mucho menos no lo somos.
Así que mientras todo el mundo celebra felizmente el 1º aniversario de su hijo, de su relación con su pareja, nosotros celebraremos tristemente y con miedo el 1º aniversario de nuestro cierre, de nuestra ruina.
Para acabar vamos a recordar una frase famosa, que al parecer solo era un simple eslogan publicitario. Dice así: “A NADIE DEJAREMOS ATRÁS” ¿Les suena?».
Totalmente de acuerdo con este sector, como tantos otros afectados, no quito ni una coma. Creo sinceramente que si no nos unimos todos los sectores gravemente afectados no vamos a conseguir nada. Somos los que hemos sacrificado nuestra economía por el bien sanitario del resto de españoles haciendo un gran acto de SOLIDARIDAD y no nos vemos correspondidos, nos vemos ninguneados por nuestros gobernantes que no nos compensan de ninguna forma. Y mientras tenemos que contemplar asombrados como un sector sigue cobrando sus sueldos religiosamente gracias a los impuestos que pagamos todos, hasta los que nos han prohibido trabajar.
Sacrificio: Esfuerzo, pena, acción o trabajo que una persona se impone a sí misma por conseguir o merecer algo o para beneficiar a alguien.
Damnificado: Que ha sufrido un daño, en especial cuando es consecuencia de una desgracia colectiva.
Algunos no entienden que no han sacrificado nada sino que son damnificados. Un sacrificio de hace por voluntad sin que nadie te obligue. Otra cosa es que haya unas normas que cumplir y una obligación que acatar. El cierre de algunos negocios ha sido por una obligación, por lo tanto, no es sacrificio sino damnificado. Hay negocios que siguen cerrados aunque pueden abrir pero no les compensa. Siguen siendo damnificados de las normativas.
Algunos quieren enseñar cuando no saben ni lo que dicen.
Uno empieza haciendo un sacrificio propio cerrando su negocio y solidarizandose por los demás y acaba siendo un damnificado. ¡¡¡GILIPOLLAS!!!
Gilipollas es cuando uno cree cerrar por solidaridad cuando en realidad cierras porque te obligan por ley. Eso sí que es ser gilipollas y atontado.