Las enfermeras riojanas en contra de la llamada reestructuración de la atención urgente en La Rioja
«El Gobierno de La Rioja a través del SERIS ha presentado el nuevo modelo de la atención continuada, que forma parte del Plan Estratégico de Atención Primaria al que se le piensa dar publicidad en las próximas semanas.
Ante lo que sigue siendo un borrador del mismo, si es que no se producen muchos cambios, el Colegio de enfermeras de La Rioja, rechaza el nuevo modelo para cuyo desarrollo no se ha pedido la colaboración de las enfermeras y por lo tanto no se ha tenido en cuenta a este colectivo de La Rioja, “que formamos parte importante de la Atención Primaria”. Más aún cuando uno de los fines de este Colegio es “la participación y colaboración con la administración en defensa de la profesión, los profesionales y el público usuario de sus servicios”, palabras que se las repetimos en la primera reunión que tuvimos con la consejera de Salud, Sara Alba, en la visita que la nueva Junta Directiva de este Colegio en la propia sede de la Consejería. Y además no se ha tenido en cuenta el documento “Bases para la mejora de la Atención Primaria en La Rioja” en el que el Colegio de enfermeras de La Rioja participó con: Amnistía Internacional La Rioja, Asociación de Enfermería Comunitaria, Colegio Oficial de Trabajo Social, Rioja ACOGE y la Sociedad Riojana de Medicina de Familia y Comunitaria.
El nuevo modelo, pretendidamente, se presenta como una respuesta a las demandas de los ciudadanos y de los profesionales, lo que es diametralmente opuesto a la realidad dado que no se ha producido un consenso con los profesionales sanitarios ni con los propios ciudadanos riojanos.Por ello el Colegio de enfermeras de La Rioja solicitamos a la Consejería de Salud que antes de que el documento sea definitivo, rectifique y reformule el nuevo modelo, en el que:
– Se elimina la atención nocturna presencial del punto de atención continuada de Logroño, que presta atención a unas 150.000 personas, dando cuidados que no requieren de la asistencia al hospital de referencia, y por lo tanto se suprime personal de Enfermería. En vez de reforzar este interesante servicio, se opta por eliminarlo, con la consecuente saturación de las urgencias hospitalarias.
– Se eliminan otros tantos puntos de atención continuada de zonas rurales, durante los fines de semana y el personal de Enfermería es sustituido por personal no sanitario. La atención en estas zonas estará llevada a cabo por una ambulancia itinerante, sin personal de medicina ni enfermería.
– No llegamos a entender el cierre total de dos puntos de Atención Continuada (PAC) como el de Ausejo/Murillo y el de Ortigosa /Villoslada, ambos desde el 1 de julio. Así como el cierre parcial de otros 4 más: las urgencias del CARPA (que desaparece de noche) y sobre lo que nos gustaría conocer la opinión de nuestro alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, y el de Rincón/Aldeanueva, Las 7 Villas y Camero Viejo que se quedan sin atención los fines de semana (con ambulancia y médico por teléfono). Y además el retorno de estos pacientes a sus domicilios no lo podrá realizar el servicio de urgencias. Nadie de la Consejería nos lo ha explicado, posiblemente porque nadie lo puede explicar.
Son casos muy concretos en unas actuaciones que están camufladas bajo una mejora de la atención sanitaria que se suponen que conllevan un favorecimiento de la despoblación rural, pero que en realidad suponen un abandono de la atención sanitaria presencial, una pérdida de atención de Enfermería, una saturación de las urgencias hospitalarios y una complicación para el acceso a la atención sanitaria de la población riojana.
¿Tan complicado es para los políticos escuchar a los profesionales antes de tomar decisiones de las que inmediatamente se van a arrepentir? Desgraciadamente, este Colegio de enfermeras de La Rioja no entiende a los políticos, y por ello volvemos a exigir que en los cargos políticos vuelvan a contar con algún enfermero pues tras las marchas de Enrique Ramalle y Jorque Mínguez, entendemos que nuestra profesión no es suficientemente atendida y cada vez, menos escuchada».