Ecologistas en acción pide que se prohíban las estufas en las terrazas, «no se puede calentar las calles»
Ecologistas en acción pide al Gobierno de La Rioja que la futura ley sobre el cambio climático contemple la prohibición de la instalación de las estufas en las terrazas, así como a los Ayuntamientos que en sus ordenanzas municipales no autoricen las estufas para calentar las terrazas en las calles.
«La proliferan las estufas para calentar las terrazas en la calle en invierno debido a la pandemia han animado a los hosteleros a ampliar la temporada. Ante la crisis ecológica motivado por el cambio climático y cuando la situación de la pandemia ya no es la misma que la de hace un año, creemos que es una aberración ecológica seguir permitiendo el uso de las estufas en las calles,
Contaminación por estufas
¿Cuánto contaminan estas estufas? Esa es la pregunta del millón. Las estufas de gas que se suelen ver en las terrazas utilizan butano y tienen una potencia térmica de entre 13 y 14 kilovatios, con un consumo medio de 0,8 kilogramos de gas a la hora de funcionamiento a plena potencia. Si tenemos en cuenta que cada kilogramo de gas emite aproximadamente 3 kilogramos de CO2 2, cada una de estas estufas estaría emitiendo 2,4 kg de CO2 a la hora a pleno rendimiento. Por lo tanto, todo depende de las horas de encendido. Si consideramos, por ejemplo, una terraza con tres de estas estufas encendidas durante ocho horas al día, el resultado son 57,6 kg de CO2, el equivalente de recorrer 120 kilómetros con un coche que consuma seis litros cada 100 kilómetros. En la ciudad de Madrid la cifra podría alcanzar las 17.000 toneladas de CO2 al año, teniendo en cuenta que el censo de terrazas es de unas 5.000 y de estas 3.000 tienen uso invernal. La cifra representa el 0,15 % de las emisiones totales de la ciudad y podría pensarse que es insignificante, aunque el peligro es que aumente.
Para contrarrestar el efecto contaminante de las estufas, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) afirma que existen alternativas como estufas portátiles de biomasa, o el reparto de mantas como se hace en latitudes más del norte de Europa
Más allá de las cifras, lo preocupante es estar generando, por una parte, la instauración de una práctica nociva para el medio ambiente, que será cada vez más difícil eliminar. Por otra, la imagen tan incoherente que nos traslada este tipo de prácticas sitúa cualquier política de lucha contra el cambio climático en un lugar complicado, debido al absurdo de permitir estas instalaciones.
Por eso pedimos al Gobierno de La Rioja, que en la elaboración de la ley sobre el cambio climático contemple esta recomendación, así como a los ayuntamientos que en sus ordenanzas municipales prohíban las estufas para calentar las terrazas».
Ecolojetas y analfabetos
Vosotros si que tenéis calenton mental