PILDORAS JARRERAS. La asistencia hospitalaria en Haro I
El estudio de la asistencia hospitalaria en la ciudad de Haro, desde sus orígenes, presenta complejidades que se relacionan con la escasez documental que padecemos respecto a sus momentos iniciales. Sin embargo, la lectura de los catálogos documentales elaborados por numerosos autores (Ubieto Arteta, Ildefonso Rodríguez de Lama, Eliseo Sanz Ripa o Javier García Turza, entre otros) y la investigación en los Archivos Municipales nos permiten acercarnos al conocimiento de estas materias. Sabemos que, en 1373, Don Sancho promovió la construcción, extramuros, de un convento dedicado a San Agustín (Primera noticia: 8 de septiembre de 1373). Convertido en Monasterio, contamos con datos suficientes para afirmar que el primer “Hospital embrionario de Haro” se inició en estos recintos. Modelo éste de la llamada “medicina monástica” que al igual que en Haro aparece también en otros muchos monasterios riojanos (Monasterio de Suso en San Millán de la Cogolla, Monasterio de San Juan de Acre en Navarrete, y muchos otros) está caracterizado, en esta primera época, por la “transmisión de conocimientos sanitarios entre monjes encargados por la comunidad del monasterio” y por la consideración del mismo como espacio de carácter eminentemente religioso donde se ejercitaban las obras de misericordia para enfermos, pobres y viajeros o peregrinos (Hospitium o Xenodochium).
Esta primera fase monástica en la que la “hospitalitas cristiana” se configura como el elemento fundamental de la nueva función del monasterio se ve continuada por una segunda fase, que denominamos de medicina escolástica, en la que las antiguas estructuras exclusivamente “religiosas” se ven inmersas en un proceso de “medicalización y laicización” en el que proliferan las “fundaciones hospitalarias” y en las que existen procesos de asociación (contratación) con profesionales médicos (físicos) que se pueden demostrar gracias a la lectura de archivos municipales y estatales referidos a la población de Haro.
Contamos con referencias sobre la contratación de dos médicos (Libro 5734 de Clero), por parte del Convento de San Agustín, para que atendieran a la comunidad de religiosos y a sus dependientes.
Ya desde la segunda mitad del siglo XIV y durante el siglo XV se produce un punto de inflexión en la evolución del sistema hospitalario que en el caso de Haro supone una rápida municipalización con inclusión de elementos seculares en las estructuras administrativas de las instituciones de beneficencia. Poseemos varios documentos que nos confirman esta impresión: “En 20 de noviembre de 1488 el maestre Vidal, vecino de Haro, se presenta ante el Concejo, y, después de exponer los servicios que había prestado a muchos enfermos pobres, tanto en el Hospital como fuera de él, sin cobrarles nada por ello, solicitó del Concejo la concesión de un salario”; o que en 1490 “el maestre Levi, tuvo el cargo de médico del Concejo”.
Este panorama nos muestra que, durante el siglo XV, en Haro, coexistían dos modelos sanitarios que podríamos renombrar como “público” (médicos del Concejo y Hospital de la ciudad) y un segundo modelo privado en el que los médicos, vecinos de la ciudad, asistían a las clases nobiliarias y a los económicamente poderosos, dentro de comerciantes y agricultores, en sus propios domicilios.
Sabemos que, en esta época, en 1490, el médico Santo Setedi era el médico de la Condesa de Haro y que en el Libro de Actas de 1467 don Juan García de Ábalos, profesional de la medicina, solicitó y consiguió el empadronamiento como vecino de Haro para ejercer su profesión.
También contamos con numerosos “expedientes” que demuestran este proceso de municipalización en los que la gestión – económica y organizativa – del Hospital de la ciudad dependía de un “compatronato” constituido por una representación del “cabildo eclesiástico” y otra del Ayuntamiento de la ciudad.
Para finalizar esta primera aproximación a la historia de la asistencia sanitaria en la ciudad de Haro expongo una fotografía de un documento guardado en el Archivo Municipal de la ciudad según el cual el compatronato del Hospital de la Madre de Dios de Haro genera una factura, en 1 de agosto de 1808, por valor de 3147 “estancias” causadas por los militares franceses que han estado ingresados por enfermedad en el referido Hospital. El documento viene firmado por Don Bentura García Belorado, rector del mismo.
Julio Martínez Flórez y Gregorio Martínez.
Haro, 1 de febrero de 2023.
Cantera Montenegro E. Las juderías de la diócesis de Calahorra en la Baja Edad Media. I. E. R. y Gobierno de La Rioja. Logroño, 1987: página 385.