El ezcarayense Juan Castroviejo se doctora en la Universidad de La Rioja con una tesis que ha permitido catalogar 217 imágenes monumentales de La Rioja previas a 1936 del fondo del IER
La reproducción sistemática y la difusión de una parte importante de las fotografías del patrimonio monumental declarado en La Rioja en La Rioja hasta el año 1936, principalmente a través de tarjetas postales ilustradas, fue construyendo un imaginario colectivo sobre las ciudades y sus monumentos.
Esa es una de las conclusiones de la tesis doctoral ‘La imagen fotográfica del patrimonio monumental declarado en La Rioja hasta 1936. El Fondo Fotográfico del Instituto de Estudios Riojanos (IER) con la que Juan Castroviejo Sanz (Ezcaray, 1991) ha logrado el título de doctor con la calificación de sobresaliente ‘cum laude’.
La tesis, desarrollada en el departamento de Ciencias Humanas en el marco del programa 681D Doctorado en Humanidades (Real Decreto 99/2011), ha sido dirigida por los profesores de la Universidad de La Rioja Ignacio Gil–Díez Usandizaga y María Begoña Arrúe Ugarte.
La investigación ha permitido catalogar 217 fotografías del Fondo Fotográfico del IER de siete de los diez monumentos declarados en la provincia hasta 1936 (iglesia de San Bartolomé y concatedral de Santa María de la Redonda en Logroño, monasterio de Santa María la Real de Nájera, catedral de Santa María en Calahorra, catedral de El Salvador en Santo Domingo de la Calzada y monasterio de San Millán de la Cogolla, de Suso y Yuso), y realiza un estudio en profundidad de todos aquellos aspectos que las caracterizan.
Así, la tesis ofrece una visión de la representación arquitectónica regional a través del medio fotográfico, permitiendo llevar a cabo un estudio detallado de la evolución de siete de los monumentos declarados en La Rioja hasta 1936 durante el periodo que va desde el cambio de siglo hasta el inicio de la Guerra Civil española.
La tesis apunta que los edificios más fotografiados fueron los monasterios de Santa María la Real de Nájera (51 fotografías) y Yuso (49) frente a tres monumentos de los que no hay imagen alguna según los parámetros conceptuales y temporales establecidos (el castillo de Clavijo, la ermita de Santa María de la Piscina de San Vicente de la Sonsierra y la iglesia de Santo Tomás de Haro). En las fotografías predominan los interiores de naves y capillas (56), las vistas generales y urbanas (37), los claustros altos o bajos (32) y las fachadas, portadas y ábsides (23).
La mayor parte de las imágenes fueron tomadas en 1931 en el marco de una campaña llevada a cabo por el fotógrafo barcelonés Pelai Mas (más del 60% de las catalogadas), que constituye el mejor ejemplo de la especialización y profesionalización de la reproducción fotográfica de monumentos y obras de arte durante el primer tercio del siglo XX en España.
Junto a estas, hay imágenes de Alberto Muro, profesional especializado en el retrato que se convirtió en una de las principales figuras en la documentación gráfica del patrimonio histórico-artístico riojano, Juan Antonio Gaya Nuño, ejemplo del papel que el medio fotográfico desempeñó en el ámbito de las investigaciones histórico-artísticas, y G.H. Alsina, Manuel Servet y Lucien Rosin, que ponen de manifiesto la rápida y lucrativa aplicación que las fotografías de monumentos tuvieron en el campo de la tarjeta postal ilustrada desde finales del siglo XIX.
La tesis añade que las imágenes se tomaron bien por la relevancia histórico-artística del monumento, por sus connotaciones ideológicas o religiosas, por su situación privilegiada en el entramado urbano o por la realización de un encargo específico y destaca la repetición tanto de los motivos elegidos como de los encuadres y puntos de vista seleccionados.
El conjunto de las fotografías de arquitectura de los monumentos declarados hasta 1936 catalogadas en este trabajo se convierten en fuentes fundamentales para el estudio de la evolución histórica de los propios bienes inmuebles durante el primer tercio del siglo XX, especialmente desde el punto de vista de la conservación y, en casos específicos como los del monasterio de Suso y la catedral de El Salvador en Santo Domingo de la Calzada, la restauración monumental.