Logroño, Calahorra y Nájera acogen sesiones de formación específica con los centros educativos sobre el Protocolo de Prevención del Suicidio
El consejero de Educación, Cultura, Deporte y Juventud, Pedro Uruñuela, ha puesto en marcha la ronda de sesiones de trabajo con equipos directivos y equipos de orientadores y coordinadores de bienestar emocional, para explicar el detalle del Protocolo de Prevención de Conductas Suicidades en el ámbito escolar. Este primer encuentro, celebrado en el IES Hermanos D’Elhuyar de Logroño ante un centenar de profesionales, tendrá continuidad con dos sesiones más, en Calahorra y Nájera.
El Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Educación, Cultura, Deporte y Juventud y en colaboración estrecha con la Consejería de Salud y la Consejería de Servicios Sociales y Gobernanza Pública, presentó la semana pasada este protocolo de prevención del suicidios en la región, que no contaba con precedente documental alguno, y puso además sobre la mesa una cuestión “que debe ser capital y prioritaria”, ha valorado esta mañana el consejero Pedro Uruñuela, quien ha explicado además que “ha habido un toque de atención, los padres y madres están más atentos… se ha tomado conciencia de una realidad que no nos llamaba la atención, por lo que estamos satisfechos”. En estas convocatorias, que abarcan equipos directivos de centros, coordinadores responsables de bienestar emocional y prevención de la violencia, y a equipos de orientación de institutos y zona, se va a explicar la implantación y el desarrollo de este protocolo: “Es una acción muy importante y un primer paso en un tema que no podemos dejar pasar ni ponernos de lado, sino que tenemos que afrontarlo y trabajarlo, conscientes de que es un algo a medio y largo plazo, es difícil de corregir de hoy para mañana”.
En estas sesiones, la Consejería explica los objetivos, características y la importancia del papel de los coordinadores de bienestar emocional, para lo que ya se está impartiendo una formación específica todas la semanas. Uruñuela ha recordado que “nosotros no somos personal sanitario ni psiquiatras ni psicólogos clínicos; somos educadores y, por tanto, nuestra tarea consiste en saber detectar los síntomas y señales que nos ponen en la pista de conductas que pueden llevar a un suicidio”. Asimismo, ha remarcado el “papel fundamental de trabajar dos cosas básicas para prevenir estas conductas: por un lado, una buena educación emocional, donde los chicos y chicas sepan identificar las emociones y regularlas; y por otro, la importancia de trabajar juntos en la creación de centros seguros libres de violencia”.