La Rioja responde a la petición de la Comisión Europea y envía un informe realizado por la Dirección General de Medio Natural y Paisaje sobre la situación del lobo en la región
La consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, Noemí Manzanos, ha presentado a las organizaciones profesionales agrarias (OPAs) de La Rioja la respuesta que el Ejecutivo regional ha trasladado a la Comisión Europea tras su solicitud de información para actualizar los datos sobre la población de lobos y, a partir de ahí, valorar nuevas medidas a tomar en este asunto.
Los representantes de ARAG-ASAJA Rioja, Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA La Rioja) y Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR) han avalado y firmado dicho informe, sumándose así a la solicitud de cambio en las políticas europeas y estatales que abren la posibilidad a modificar su actual estatus de protección.
A raíz de la información recabada desde la consejería, “la deducción es que la situación del lobo no es de vulnerabilidad y no tiene por qué estar sobreprotegido en La Rioja”. “A los que tenemos que proteger es a los ganaderos. Respondemos a la solicitud de información de la Comisión Europea pidiendo que continúe con esa tendencia de modificar sus políticas de sobreprotección y recordamos al Ministerio que utilice esas herramientas que le permite la Directiva Hábitat, que puede excluir al lobo del listado del LESPRE al norte del Duero y nos permita volver a hacer las políticas de defensa de la ganadería que se venían haciendo antes de septiembre de 2021”, ha expresado Manzanos.
“La preocupación del Gobierno de La Rioja en referencia a la problemática del lobo no es menor –ha proseguido la consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente-. En agosto, mandamos una carta al Ministerio para solicitar su exclusión del LESPRE y hemos recibido una contestación que no nos ha resultado satisfactoria”, ha asegurado.
El último censo de 2022 confirmó la presencia de cuatro manadas reproductoras: una entre el Alto Oja y Alto Najerilla, dos en el Alto Najerilla y una en el Alto Iregua. Las estimaciones indican que hay una población de hasta 38 lobos adultos en La Rioja, con presencia comprobada y regular en diez municipios durante los últimos diez años en Ezcaray, Canales de la Sierra, Villavelayo, Mansilla de la Sierra, Viniegra de Arriba, Viniegra de Abajo, Ventrosa de la Sierra, Brieva de Cameros, Villoslada de Cameros y Lumbreras de Cameros.
Asimismo, hay otra serie de municipios riojanos con presencia puntual creciente del lobo en los tiempos recientes: Berceo, San Millán De La Cogolla, Anguiano, Matute, Ojacastro, Pazuengos, Tobía, Valgañón, Zorraquín, Grávalos, Igea, Arnedillo, Cornago, Enciso, Munilla, Muro de Aguas, Préjano, Zarzosa, Ajamil, Almarza de Cameros, Cabezón de Cameros, El Rasillo, Gallinero de Cameros, Hornillos de Cameros, Jalón de Cameros, Laguna de Cameros, Muro de Cameros, Nieva de Cameros, Ortigosa, Pinillos, Pradillo, Rabanera, San Román de Cameros, Soto en Cameros, Terroba, Torre en Cameros y Villanueva de Cameros.
La tendencia global de la última década es de aumento, tanto en el número de ataques como del número de cabezas de ganado afectadas por los mismos. Si en 2021 se certificaron 365 reses muertas, en 2022 las cifras han alcanzado las 696.