OPINIÓN. En doscientas palabras II
Llevamos un tiempecillo, ¡qué válgame Dios! con la historia de los políticos y la madre que los parió. En otros tiempos, no muy lejanos, los partidos políticos tenían un personaje provocador, casi todos tuvieron sus buenas críticas y su coro de acérrimos seguidores. En esos últimos prevalecía su gran oratoria, amplia cultura, chispa, ironía, saber estar. Ahora no, pertenecen al submundo del monólogo caspa, de la cosa grotesca, provocar la risa fácil. Verdaderos tesoros del saber faltón, limitado, poco cocido en formación continuada, el estudio y la lectura. Ahora vale todo, pero no para todos que buscamos otra cosa.
Óscar Puente al frente del club de comedia, Daniel Viondi dando sopapitos de monja contemplativa, la auténtica Irene Montero no ofreciendo la mano, que no la paz, a la presidenta de las Cortes de Aragón Marta Fernández, la memoria la olvide, pagando con la misma moneda a la rolliza Pam.
No han llegado, de momento, a lo vivido en Haro que en el espacio de respeto y la concordia soltó algo sobre los hijos de puta, que todavía no hemos comprendido, quizás sólo sea para entendimiento de esótericos y su desconocido epígono.
Entramos en decadencia de lo malo a lo peor.
Vizconde del Moro.
yo lo que no entiendo que nadie se ponga hacer cosas que merezcan la pena para haro mucho hablar y nadie hace nada , no hay trabajo en haro , en condiciones por Dios ponganse las pilas de una vez , un poligono , tan dificil es si tienen los terrenos comprados.