OPINIÓN. En doscientas palabras (VI)
El Pobrecito Hablador, es clásico de la opinión, su creador mantuvo la afirmación que escribir en España es llorar, no de emoción precisamente. Para su suerte no vivió en este tiempo de chorras, época que sería algo así como ¿Y votar en España es suicidarse?
La nueva moda de bloques, les viene de rechupete a partidos con poco informados. Ustedes votan una determinada opción, por el arte de birlibirloque su papeleta pude sumar con “Marea Atlántica”, “Valladolid toma la palabra” o algo así como “Leganemos”, inaudito los extraños movimientos incomprensibles, los políticos se creen mas listos queriendo llevarnos al huerto vergonzante, del cual se sale acomodándose ropas con mejillas sonrojadas por sofocos.
Tú voto personal, tú derecho irrenunciable se convierte en moneda de cambio con gente que puede no te guste. Sirve para reforzar planteamientos de Bildú, de la derechona catalana, los de las leyes viejas del PNV, o anarquistas con ganas de prender fuegos a parroquias. No hay seriedad, tampoco compresión al titubeante votante con el sobre en su temblorosa mano.
Alguien luchó por tu derecho al voto. Úsalo. Me parece que se descojonan de la risa y eso es muy grave.
Vizconde del Moro