El Gobierno de La Rioja reitera su firme oposición a la construcción de la línea de alta tensión Tauste-Júndiz por su grave impacto en la Comunidad
Tras la publicación en el BOE de la Declaración de Impacto Ambiental favorable pero condicionada a los informes de las comunidades afectadas, el Gobierno de La Rioja «ya trabaja en la redacción de informes técnicos que muestren las negativas afecciones en el patrimonio cultural, paisajístico, medioambiental, agronómico y económico de La Rioja.
El Gobierno de La Rioja reitera su firme y rotunda oposición al proyecto de línea de alta tensión entre Tauste (Zaragoza) y Júndiz (Álava), cuya construcción tiene como objetivo evacuar la energía producida en Aragón en el País Vasco atravesando La Rioja de este a oeste, desde los términos municipales de Alfaro al de Briñas, con un irreparable impacto y graves afecciones para el paisaje, varias zonas protegidas de nuestra Comunidad, patrimonio histórico cultural y zonas agrícolas.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha aprobado la declaración de impacto ambiental de esta línea de alta tensión Tauste-Júndiz. Si este proyecto llega a consumarse en los términos en los que está siendo tramitado, supondrá en la práctica que en terreno riojano, entre ellos zonas vinícolas, se levantarán 251 torres de alta tensión de entre 45 y 70 metros de altura.
“La Declaración de Impacto Ambiental favorable que ha publicado el Boletín Oficial del Estado viene condicionada a que la línea Forestalia obtenga informes favorables de las comunidades que cruza, como es la riojana, por tanto del Gobierno de La Rioja”, ha explicado la consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, Noemí Manzanos. “En ese sentido estamos trabajando en poder informar al Ministerio, que es el que otorga la autorización definitiva, de las graves afecciones que tiene para nuestro patrimonio cultural, en el paisaje del vino y el viñedo y en el Camino de Santiago para que no les den el visto bueno”, ha añadido.
Como subraya Manzanos, las afecciones se extienden a todos los ámbitos de la comunidad. “Afectan también a las concentraciones parcelarias y a las zonas de regadío donde puede ser que algunos de estos apoyos (postes) se instalen y pueda entrar a regular la directriz de suelo no urbanizable; además, preocupa la afección a la biodiversidad de especies protegidas, como puede ser el aguilucho cenizo, que parece verse perjudicado por esta línea, y todo lo que tiene que ver con nuestra economía, con el paisaje de La Rioja, que se va a ver dañado seriamente, porque cerca de 180 km de línea no pueden dejar de afectar al paisaje”.
Cada una de las Consejerías directamente relacionadas con la construcción de esta línea de alta tensión, ya trabajan en la redacción de informes técnicos y estudios internos que refuercen y avalen la ya de por sí rotunda oposición a este proyecto, que tal y como está concebido, parta por la mitad a nuestra región y en caso de prosperar, destrozaría suelo agrícola, paisajes y zonas protegidas.
El Gobierno de La Rioja, por tanto, de la mano los numerosos ayuntamientos afectados por el proyecto, de la DOCa Rioja, así como de las plataformas en defensa del Paisaje y el Parlamento Regional, defenderá el presente y el futuro de los intereses de los riojanos, en primera instancia vía Ministerio con los informes desfavorables y si aun así se aprobara por parte del Gobierno central, el Ejecutivo regional recurriría a todos los procedimientos a su alcance para detener este proyecto. “Queremos confiar en el Ministerio de Transición Ecológica y en su sensibilidad con el medio ambiente, la sostenibilidad y el valor patrimonial natural y cultural que está en juego con este proyecto para que finalmente no autorice su ejecución. Por parte del Gobierno riojano vamos a ser contundentes, hablamos del futuro de La Rioja y no podemos ponerlo en riesgo”, ha concluido la consejera Noemí Manzanos.