Un nuevo estudio sobre las Glosas Emilianenses destaca la certeza de la existencia de otras anteriores a las ya conocidas en otros manuscritos del Monasterio de Suso
El presidente del Gobierno de La Rioja y presidente de la Fundación San Millán de la Cogolla, Gonzalo Capellán, ha presentado en Madrid, la “Edición crítico-filológica de las Glosas Emilianenses y Silenses” (distribuida en cuatro volúmenes, del que se lanza el primero de ellos) y de la edición facsímil del Códice Emilianense 60. Un acto en que el que ha subrayado que “La Rioja siempre va a ser un aliado estratégico y fundamental para promocionar el español, un patrimonio compartido por 600 millones de hispanohablantes que tiene sus orígenes escritos en San Millán de la Cogolla”.
Esta obra, editada por la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado y la Fundación San Millán de la Cogolla, cuenta con la participación de la Real Academia Española y la Real Academia de la Historia, cuyos directores, Santiago Muñoz Machado y Carmen Iglesias, respectivamente, también han intervenido en la presentación que ha tenido lugar en la sede de la RAE y que ha presidido el primero de ellos. A su vez, en esta puesta de largo de esta edición especial han participado los académicos, José Antonio Pascual, director también del Instituto Historia de la Lengua de Cilengua y Juan Gil, miembro del Consejo Científico de Cilengua y autor de uno de los capítulos de la obra, así como el director del proyecto y director del Instituto Orígenes del español de Cilengua, Claudio García Turza.
Entre las novedosas aportaciones que revela este nuevo estudio pormenorizado de las glosas, los expertos subrayan la conclusión de que muchas glosas léxicas, que se interpretan por sistema como creaciones originales, son en realidad copias preexistentes en otros manuscritos de Suso, hoy desconocidos. Es decir, bastantes glosas copian otras de un modelo anterior hoy perdido, pero que tuvo que ser elaborado también en el propio escritorio de la Cogolla. Una certeza que acrecienta la importancia histórico-lingüística de las Glosas Emilianenses, ya que la fecha de la creación de muchas de ellas en el mismo monasterio de San Millán debe adelantarse obligadamente (en estos casos, sobre todo, los argumentos específicamente lingüísticos ayudarán a una mayor precisión de su antigüedad).
Para entender bien lo innovador de estos datos, bastará el testimonio de las Glosas Silenses, que, según sostienen los especialistas, no son originales sino copia (así como su texto latino de base) de un modelo emilianense. Este estudio, como ha recordado el presidente en su intervención, “refuerza la importancia fundamental del scriptorium de San Millán, la calidad de sus glosas y su influencia en otros tan relevantes como el de Silos. Se refuerza así, el papel originario del scriptorium de San Millán en el conjunto de las glosas hispanas”.
Reproducción “fiel e íntegra” del Códice Emilianense 60
Con respecto a la producción de la edición facsímil del Códice Emilianense 60, que la Fundación San Millán encargó a la Fundación Factum para la Tecnología Digital en la Preservación, supone que, por primera vez, se va a contar con una reproducción “fiel e íntegra” del Códice Emilianense 60, “que permite una mejor lectura de algunas glosas”, ha apuntado el presidente.
De los dos ejemplares de esta nueva edición facsímil, uno se ubicará en la Fundación San Millán y Cilengua, “para su uso en futuras investigaciones”, ha resaltado. Del mismo modo, ha avanzado que otra copia podrá ser contemplada en las visitas que se realicen al Monasterio de San Millán de la Cogolla, “una vez que culminen las obras de adecuación de nuevos espacios expositivos y que servirá para fortalecer los vínculos de San Millán con el origen de la lengua española”.
La originalidad de esta nueva edición y estudio de las Glosas Emilianenses radica en seguir una metodología rigurosamente filológica dirigida específicamente a aclarar, interpretar y, sobre todo, comprender la totalidad significativa de cada glosa y del respectivo contexto latino en que se encuentra. Para lo cual se aborda el examen de glosas y contextos latinos desde muy diversos enfoques (históricos, paleográficos, litúrgicos, etc., antes mencionados), cuya variedad sobrepasa de inmediato las cuestiones meramente lingüísticas.
Otras importantes consecuencias del innovador planteamiento aplicado a esta edición son que, junto a los argumentos paleográficos o lingüísticos (que predominan en los estudios realizados hasta hoy), el origen y el complejo proceso articulador de las glosas, que debe analizar la filología, constituyen un factor fundamental para establecer con seguridad las fechas de su creación. También cabría cuestionar la atribución generalizada del origen vascuence del glosador emilianense, así como su condición de estudiante o profesor de latín y no debería descartarse este nuevo planteamiento como posible explicación de la fluctuación lingüística del primitivo romance hispánico, atribuida a la cantidad de prejuicios cultos o arcaizantes.
En este nuevo planteamiento, además, no se ha desatendido ningún detalle, por insignificante que parezca. Así, las notas marginales latinas, escasamente valoradas hasta hoy, pueden ser también fuente de interesantes aportaciones. Un ejemplo: la anotación marginal del Em 60, una sentencia de los Padres del desierto «Odie dimitte . cras / penitebis .⸝ / odie debemus penitere.,» (‘hoy perdona, mañana harás penitencia; hoy debemos hacer penitencia’) se ha manifestado como altamente enriquecedora. Del análisis de este apotegma se deduce el conocimiento profundo y acaso generalizado de la doctrina de la penitencia según la concepción del primer monacato oriental por parte de los monjes de San Millán; y por otro, un dominio apreciable del latín eclesiástico, al menos entre algunos de ellos.
También se ha investigado bajo esta nueva metodología la oración del Cono aIutorio, la que es considerada la primera manifestación en todos sus niveles lingüísticos de la lengua romance hispánica; el primer testimonio, de extraordinaria entidad lingüística y cultural, donde con notoria solvencia y llamativa limpieza se expresa completamente y por vez primera el habla romance de la Hispania altomedieval y en el que se manifiesta, por otra parte, una decidida intención de escribir en romance. La profunda investigación que el director del Instituto Orígenes del español de Cilengua, Claudio García Turza, ha llevado a cabo sobre este texto, y cuyos resultados definitivos constituirán el último volumen del presente proyecto, le lleva a señalar que sus “posiblemente permita abrir perspectivas altamente novedosas que se relacionan con la antigüedad de su creación, bastante mayor que las fechas que habitualmente se le atribuyen a su copia”.
Equipo multidisciplinar e internacional de más de una decena de expertos
En esta obra, un proyecto impulsado por la Fundación San Millán de la Cogolla y el Cilengua bajo la dirección de Claudio García Turza, han participado un equipo multidisciplinar e internacional integrado por más de una decena de lingüistas (hispanistas, latinistas, romanistas, sociolingüistas), paleógrafos, historiadores y liturgistas, quedarán distribuidos en cuatro volúmenes:
– Vol. I: la edición paleográfico-crítica y la traducción de los textos latinos de base de las Glosas Emilianenses y Silenses. Ya concluido y presentado este día 22 en la RAE.
– Vol. II: la edición paleográfico-crítica de las Glosas Emilianenses y Silenses junto con su análisis específicamente filológico, seguidos de un completo estudio lingüístico, incluida la documentación panrománica. Este volumen ostentará el protagonismo del proyecto.
– Vol. III: una compilación de estudios interdisciplinarios (históricos, paleográficos, litúrgicos, etc.,), imprescindibles para la comprensión cabal de las glosas.
– Vol. IV: un trabajo monográfico dedicado a la edición y estudio filológico de la oración del Cono aIutorio, la llamada “Glosa 89”, la perla más preciosa y preciada de los orígenes del español.
Los tres volúmenes siguientes (el II, III y IV) se hallan en un estado muy avanzado de elaboración.