Las monjas clarisas de Belorado se rebelan contra la Iglesia
Un documento de la comunidad religiosa manifiesta abandonar la Iglesia Católica, acusan a la Santa Sede de latrocinio y a los papas de herejes
Francho Pedrosa
Radio Castilla
La Iglesia Católica se enfrenta a un cisma en Burgos tras la declaración de las monjas clarisas de Belorado y Orduña de abandonar la disciplina del Vaticano y ponerse bajo la tutela de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, autoproclamado obispo y excomulgado en 2019, al que se considera líder de una secta fundada en Bilbao en 2005.
Las monjas, encabezadas por la abadesa Sor Isabel, han suscrito un documento de 4 páginas, en el que manifiestan su voluntad de abandonar la Iglesia Católica, y hacen circular un manifiesto de 70 páginas, en las que acusan a la Santa Sede de latrocinio y a los últimos papas de herejes y usurpadores.
Ninguno de estos documentos ha llegado al arzobispado de Burgos, ni a los obispados de Vitoria y Bilbao, involucrados también por las sedes de Orduña y Derio, este último vacío y sin uso. Monseñor Iceta, arzobispo de Burgos, espera reconducir la situación, aunque todavía no ha podido hablar con Sor Isabel, pero advierte de que si las monjas confirman y persisten en su rebeldía, serán acusadas de un delito de cisma, contemplado en el Derecho Canónico, y excomulgadas.
Un sacerdote se ha personado hoy mismo en el monasterio de Belorado y, a través del torno, la vicaria, Sor Paz, ante la ausencia de la abadesa, ha confirmado el contenido del manifiesto y que ha sido firmado por unanimidad, de cuya veracidad dudan en la Casa de la Iglesia.
Bajo esta rebelión religiosa, subyace un acuerdo de compra-venta del Monasterio de Orduña, firmado por la comunidad de religiosas que agrupa a ambos conventos, que se ha intentado rescindir por parte de la comunidad de Vitoria y rechazado por la abadesa Sor Isabel, que reclama a las hermanas de Orduña 1,6 millones, más un 30% por daños y perjuicios. El asunto ha terminado en la vía judicial. Las propias comunidades religiosas tienen plena jurisdicción legal sobre sus bienes.
Sor Isabel anunció a la comunidad, unas 16 monjas, que tenía un benefactor que compraría el monasterio de Orduña, que daría nombre al cenobio, y que lo revenderá a la comunidad cuando obtuviera el importe de la venta del monasterio de Derio.
Monseñor Iceta ha puesto en conocimiento de la Santa Sede este presunto cisma y espera sus indicaciones. Como medida cautelar, exhorta a los fieles que se abstengan de participar en ningún acto litúrgico en el Monasterio de Santa Clara de Belorado.