OPINIÓN | Una recriminación
He dejado pasar unos días tras la intervención de Don Alberto Olarte en el Parlamento de La Rioja para no contestarle en caliente. Alberto, a quien considero y sigo considerando un amigo, tuvo una «salida de tono» afirmando que «los defensores de la sanidad pública no eran más que comadrejas y voceros» que salían ahora en busca de posibles subvenciones. Vuelvo a repetir que Alberto es y continuará siendo un amigo, pero como amigo he de ser sincero y he de recriminarle esas palabras que a mi juicio nunca debieron ser escuchadas en el Parlamento de todos los riojanos.
Conozco el hecho de que el Partido Popular defiende fundamentalmente la sanidad privada por encima de la pública, hecho que se manifiesta claramente en la proliferación de convenios y en la defensa de esa falacia de «la colaboración público-privada», pero desde mi punto de vista la defensa de las verdaderas «joyas» del sistema de asistencia española, sanidad y educación públicas, que son envidiadas en muchas otras partes del mundo, implica la defensa de las estructuras públicas y no la desviación de recursos económicos hacia la sanidad y educación privadas extraídos del sistema público. A más conciertos con lo privado menos recursos para «lo público».
Alberto, tienes perfecto derecho a mantener tus propias opiniones, pero no insultando a los que pensamos de forma diferente e intentamos defender nuestras ideas. Tu sabes que nunca he recibido ningún tipo de subvención ni he ostentado cargos remunerados salvo mi trabajo en la sanidad pública como adjunto de Cardiología en el Hospital San Pedro logrado a través del correspondiente concurso-oposición. Por eso te ruego que no me insultes ya que ni soy una comadreja ni un vocero de la sanidad pública que defiendo y seguiré defendiendo en el futuro.
Dicho esto, sabes que sigo considerándote un amigo.
Julio Martínez Flórez
Secretario Político del Partido Comunista de España en La Rioja.
La izquierda que ama las dictaduras, la represión, la muerte, anulación de las voluntades, el hambre, la alienacion del individuo, la miseria tiene la piel fina.
Salgo en defensa de las comadrejas a quienes don Alberto las ha ofendido en su dignidad. El pequeño carnívoro es majo y útil en contraposición con la ministra de sanidad la inefable Mónica García que es una gran depredadora que su hábitat es buenvivir en las administraciones públicas. Una ministra fantasma sin quehaceres, en un ministerio sin competencias que es saqueado por la peña de comunistas camuflados chupadores de la teta del estado.
La comadreja, qué no los nuevos comunistas, vive en hábitats diversos. La izquierda sólo en calles con marisquerías. La comadreja busca entornos y paisajes abiertos y rurales y es depredador necesario para el orden de la fauna. Los comunistas no, suelen ir de alimañas expropiatorias con la idea de que con lo que tengo y el reparto de los demás vivo bien y mejorando.
Sr Olarte pida disculpas a las comadrejas, o me enfadaré.
Coñe!
Me parece muy correcto lo que ha expuesto el señor D Julio Martínez Florez. Cada cual debe poder exponer sus ideas sin necesidad de insultar al prójimo. Me parece vergonzoso y bochornoso esa actitud de personas con estudios.