OPINIÓN | En doscientas palabras (XXXII)
Es muy loco. Hay maneras de gobernar difícilmente comprensibles para las almas que sueñan con la conciliación, la concordia, el respeto, en especial por los que ya no pueden levantar la voz. Son los asesinados por canallas, las victimas del terrorismo. Conociendo la verdad de tanta barbarie te decepcionas, te enfadas cuando ideologías que pensabas eran fiables muestran la otra cara. Serán miles los afectados, sus descendientes asisten nuevamente al crimen de sus seres queridos, reviviendo los recuerdos que secan las lágrimas por el dolor. Cuanta inhumanidad innecesaria.
Políticos desdichados e incautos de la vida, los que piensan que una mayoría aritmética otorga carta blanca para arrasar formas y maneras morales. Mi compromiso con esos ciudadanos que se tragan los mocos evitando atragantarse berrinche tras berrinche. Llevan seis años de humillaciones, quizás por ser mansos mientras excarcelan a la peor escoria.
Asistimos al arranque de una nueva marrullería mentirosa y falaz, sus componentes no quieren ser útiles, pero sí importantes, manteniendo las bridas para control del poder terrorífico desde la incitación al odio, al enfado y malestar. Menuda piedad de los autoproclamados progresistas, imaginen cómo entienden la justicia, hasta los que impulsan su acción son sospechosos de delincuencia, ¡Qué fuerte!
Vizconde del Moro.