La muestra “20 años del 11M. Memoria de dolor y solidaridad” llega a Haro
Permanecerá expuesta en el Palacio de las Bezaras, del 4 al 23 de noviembre. Una muestra formada por 67 fotografías seleccionadas del fondo documental de la Agencia EFE, a las que en esta ocasión se suma un apartado sobre titulado “La historia del terrorismo en La Rioja”.
Fundación Víctimas del Terrorismo, Gobierno de la Rioja y Ayuntamiento de Haro, con la colaboración de la Agencia EFE, inauguran en el Palacio de las Bezaras una exposición In Memoriam por las 193 personas asesinadas los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid (incluido el miembro del Grupo Especial de Operaciones GEO, Francisco Javier Torronteras, fallecido en la explosión del piso de Leganés el 3 de abril de 2004) y los más de 2.000 heridos, que permanecerá abierta al público del 4 al 23 de noviembre.
Entre los números heridos grave de aquel atentado se encuentra un riojano, militar de profesión, actualmente residente en Logroño.
La muestra ha visitado previamente las ciudades de Madrid -Plaza de la Armería y Sala de exposiciones Maruja Mallo- y Vitoria -Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo-, y el municipio alcarreño de Azuqueca de Henares.
Bajo el título “20 años del 11M, memoria de dolor y solidaridad”, la exposición está formada por fotografías de la Agencia EFE (67 imágenes), que forman parte del banco de imágenes de la Agencia, a las que en está ocasión se suman dos fotografías cedidas por el ayuntamiento azudense.
Enlace al catálogo digital: 20 años del 11M. Memoria de dolor y solidaridad » Fundación Víctimas del Terrorismo (fundacionvt.org). Además, como complemento expositivo, un video informativo sobre lo acontecido en aquellos tristes días en Madrid, rotulado también en castellano-inglés y expuesto en bucle en las fechas que la exposición va a permanecer abierta al público.
Enlace al video: https://www.youtube.com/watch?v=VNCIZ4UVakk
La exposición está estructurada en nueve apartados y cada uno de ellos lleva una cartela de texto a modo de introducción (castellano-inglés), que ayuda a contextualizar el contenido informativo de las imágenes, junto a una foto identificativa del apartado, seguida de otras, con sus correspondientes pies de foto (también en dos idiomas) seleccionadas entre las sesenta y siete que configuran el global de la muestra.
Para el diseño de los contenidos y estructura de la exposición se cuenta con el comisionado de Laura Camacho y Sagrario Ortega, periodistas de la Agencia EFE y especializadas en informaciones sobre Interior.
En definitiva, un homenaje a la memoria de las víctimas de un fenómeno global, el terrorismo yihadista, que dos décadas después sigue muy presente. Basta recordar los atentados de Barcelona y Cambrils (agosto de 2017, con 16 personas asesinadas) y en años anteriores en París (atentado en la sala Bataclán el 13 de noviembre de 2015 con 130 personas fallecidas); Niza (atentado en el Paseo de los Ingleses el 14 de julio de 2016 con 86 personas fallecidas) y Manchester (atentando en el Manchester Arena el 27 de mayo de 2017 con 22 personas fallecidas). Todos ellos, escenarios de sangrientos atentados de corte yihadista.
Nueve capítulos
La exposición se estructura en torno a nueve apartados articulados a partir de una imagen y una cartela de texto a modo de introducción (castellano-inglés) que ayuda a contextualizar el contenido informativo de las imágenes que componen cada capítulo, que son los siguientes:
1. Introducción
Madrid, el 11 de marzo de 2004, sufrió el peor atentado terrorista perpetrado en suelo europeo. Dejó 193 muertos y más de 2.000 heridos, pero también dos memorias: la solidaridad y una eficaz respuesta a una tragedia de esa magnitud.
2. Antecedentes
Fue en el inicio del siglo XXI cuando se hizo patente la amenaza del terrorismo yihadista, casi desconocida hasta entonces en Occidente. El 11 de septiembre de 2001, diecinueve miembros de la red Al Qaeda secuestraron aviones comerciales para estrellarlos contra diversos
objetivos, entre ellos las Torres Gemelas de Nueva York.
El atentado causó la muerte de al menos 2.996 personas y dejó heridas a 25.000. Mucho antes, en 1985, España fue blanco de este tipo de terrorismo, cuando una bomba contra el restaurante ‘El Descanso’ de Torrejón de Ardoz acabó con la vida de 18 personas.
3. Los atentados del 11M
Eran las 7:39 horas del 11 de marzo de 2004 cuando tres bombas estallaban en un tren que llegaba a Atocha desde Guadalajara. Tres minutos después cuatro bombas más explosionaban en un convoy que circulaba a 500 metros de esa estación, a la altura de la calle Téllez. Simultáneamente otras dos explosiones se registraban en la estación del Pozo del Tío Raimundo y una última en la de Santa Eugenia. Diez bombas en cuatro trenes que circulaban en hora punta, con cientos de trabajadores y estudiantes procedentes de la capital alcarreña, de Alcalá de Henares y de barrios periféricos de Madrid.
4. Las víctimas
La explosión simultánea de diez mochilas bomba en los cuatro trenes causó la muerte de 192 personas: 34 perecieron en el convoy de Atocha; 63 frente a la calle Téllez, 65 en el de la estación del Pozo del Tío Raimundo, 14 en Santa Eugenia y otras 16 en diferentes hospitales; la última de ellas fue reconocida en 2014 tras permanecer una década en coma.
A estas 192 víctimas mortales del 11M se sumó el subinspector del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional Francisco Javier Torronteras, fallecido en el asalto al piso de Leganés (Madrid) el 3 de abril al inmolarse siete miembros de la célula yihadista.
Los fallecidos pertenecían a 17 nacionalidades distintas, siendo la española, con 144 fallecidos, la más afectada. Tras los españoles, el origen de las víctimas mortales más numerosas fue Rumanía, con 16 asesinados; Ecuador, con seis; Bulgaria y Polonia, con cuatro; y Perú, con tres.
Las explosiones provocaron heridas a 2.084 viajeros. Casi un centenar de personas quedaron con un alto grado de incapacidad física que, en muchos casos, las inhabilitó de por vida para trabajar.
5. Madrid, ciudad solidaria
El 11 de marzo de 2004 fue el más largo para Madrid, pero también el día en el que el pueblo madrileño y toda España dio ejemplo de su solidaridad y de la respuesta eficaz de los servicios de emergencia ante una masacre sin precedentes.
Vecinos que en pijama auxiliaron con lo que podían a los heridos, ciudadanos que dejaron sus trabajos y sus clases para donar sangre o para trasladar a los afectados a los hospitales, donde muchos de los pacientes que estaban ingresados pidieron el alta voluntaria para dejar su cama.
Taxis y autobuses convertidos en ambulancias y en transporte gratuito para las familias que iban llegando a la morgue instalada en Ifema, donde cientos de psicólogos se presentaron voluntarios.
Hoteleros que cedieron sus habitaciones a familiares; médicos, enfermeros, bomberos, policías y forenses que se personaron voluntariamente para prestar su ayuda en los hospitales de campaña como el instalado en el polideportivo ‘Daoiz y Velarde’, uno de los emblemas de la respuesta inmediata al ataque que, a apenas 500 metros de Atocha, atendió a 250 personas, diez de las cuales murieron allí.
El ataque no paralizó Madrid, que, dolorida, se revolvió contra la barbarie de forma serena sin caer en la trampa del racismo, la xenofobia y el odio.
6. Las reacciones
Una ola de dolor y solidaridad recorrió España, enmudecida ante la magnitud de la masacre, y traspasó fronteras, en un grito unánime contra la barbarie terrorista. El Gobierno decretó tres días de luto y las banderas ondearon a media asta en todas las instituciones del país.
Mientras, en una reacción espontánea, los ciudadanos construían altares improvisados de velas, flores y carteles de manos blancas en las estaciones en las que estallaron las bombas. Por ellas pasaron miles de personas que, impotentes, no querían olvidar lo que pasó.
7. El proceso judicial
La investigación de la más cruenta acción terrorista cometida en España comenzó el mismo día de los atentados y dio lugar a que el juez de la Audiencia Nacional Juan Del Olmo procesara en el sumario a 116 imputados. Al final fueron juzgados 29, para los que la Fiscalía pidió un total de 270.885 años de cárcel.
Dos años más tarde, el 2 de julio de 2007, quedó visto para sentencia el juicio que había comenzado cuatro meses y medio antes en unas instalaciones habilitadas por la Audiencia Nacional en la madrileña Casa de Campo. El 31 de octubre de 2007, la Audiencia Nacional dictó una sentencia que dejaba claro que el atentado fue obra de células o grupos terroristas de tipo yihadista.
8. La huella del terrorismo en la Rioja
Al igual que otras muchas comunidades autónomas, La Rioja se ha visto sacudida durante décadas por la lacra del terrorismo, especialmente por atentados de la banda terrorista ETA.
Desde 1977 a 1992, ETA asesinó a 25 riojanos o residentes en La Rioja en el momento de su fallecimiento (14 riojanos asesinados dentro y fuera de la Comunidad Autónoma y 11 afincados en la Rioja asesinados fuera de ella).
En 1980, 22 de julio, el teniente de la Guardia Civil, Francisco López Bescos, se convirtió en la primera víctima mortal de ETA en La Rioja. Fue asesinado en el municipio de Villamediana.
Y a él le siguieron cuatro meses después, 27 de noviembre en el atentado en la Calle Ollerías de Logroño, el comerciante Miguel Ángel San Martín Fernández, el inspector de Policía Nacional Carlos Fernández Valcárcel y el industrial Joaquín Martínez Simón.
Por su parte, los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO) incrementaron en una víctima mortal el número de riojanos muertos por terrorismo. Fue José Ramón Muñoz Fernández, médico internista en el Hospital Miguel Servet, asesinado en Zaragoza el 27 de marzo de 1990.
Y como consecuencia de las acciones llevadas a cabo por el terrorismo yihadista, entre las 223 víctimas españolas hay también una riojana. Esther Grijalba Gómez-Ayarza, asesinada en Madrid el 1 de julio de 1985 a consecuencia de la explosión de una bomba en las oficinas de British Airways.
Por último, entre los múltiples riojanos heridos por atentados terroristas, mención para Santiago María Rodríguez Méndez, natural de Logroño y militar de profesión, herido grave en los atentados yihadista del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
9. In Memoriam
Una única fotografía recoge la ofrenda floral durante el homenaje en recuerdo de las víctimas del 11M celebrado en el Bosque del Recuerdo del Parque de El Retiro con motivo del noveno aniversario de la tragedia terrorista.
Pedro J Ramírez, Casimiro García Abadillo y Federico Jiménez Losantos, con mentiras y medias verdades, acusaron a policías, jueces y fiscales de conspirar para encubrir a terroristas (por ejemplo, «Informe ácido bórico», 2006). Con sus “teorías de la conspiración del 11 M”, ignoraron y despreciaron las sentencias de Audiencia Nacional (2007) y Tribunal Supremo (2008).
Con su mala praxis periodística dividieron a las victimas y causaron la crispación social y política cuyas secuelas aún están presentes. Ayudaron a Zapatero a ganar su segunda legislatura en 2008, con las preguntas parlamentarias de Zaplana dictadas por Pedró J Ramírez.
Aún, en junio de 2009, estos periodistas seguían insistiendo en la autoría de la banda criminal ETA con la promoción del libro «Titadyn» (dinamita utilizada por ETA). Casimiro García Abadillo lo prologó con una extensa recopilación de las “teorías” y las especulaciones que ellos habían inventado y difundido.
Nunca debió de darse esta situación. Los TEDAX, dos horas después de las explosiones, 10:00 horas del mismo día 11, antes de neutralizar dos bombas que no explosionaron (Atocha y El Pozo), observaron que la sustancia explosiva era de color blanco. No de color rojo como la dinamita Titadyn utilizaba ETA.
Datos comunicados inmediatamente a las autoridades policiales, como se refleja en una nota incorporada inmediatamente al sumario.
Así consta en página 30 y en documento oficial nº 5 del anexo del libro «Las Bombas del 11-M. Relato de los hechos en primera persona». (Amazon 2014) del que fuera jefe de los TEDAX, comisario Juan Jesús Sánchez Manzano. Acceso gratuito portal bibliográfico Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=561602
Dos libros interesantes:
— “Voces del 11-M: Víctimas de la mentira», Víctor Sampedro publicado en 2024, con motivo del 20º aniversario. Editado por Planeta
— «11-M. Pudo evitarse», Fernando Reinares, recientemente publicado. Editorial: Galaxia Gutenberg.
En el 2022 se estrenó un documental en Netflix, “11 M (2022)”, muy interesante e ilustrativa, con la intervención de victimas, jueces, fiscales, policías, bomberos, servicios sanitarios, periodistas, políticos, ….
Espero que vengan algunos del PSOE y PP a explicarnos la verdad y por qué desaparecieron pruebas en menos de 24. Qué pasó con la furgoneta que con 200 kilos que incautaron a ETA una semana antes en Burgos dirección Madrid. Por qué se inmolaron los magrebíes en un piso (algo inconcebible). Qué esconde el móvil de Sánchez y que Marruecos conoce en relación a este atentado. Por qué se niega la participación de ETA. Por qué ZP cometió un delito electoral la víspera de las elecciones. Que se encubrió a terroristas es un hecho, con la desaparición de pruebas como la destrucción de los vagones con una celeridad máxima.
PSOE, PP y el sátrapa marroquí saben, no mucho, todo del 11M