El Ministerio de Cultura y la Fundación San Millán suscriben un convenio para la digitalización del fondo documental del Monasterio de Yuso
El Ministerio de Cultura y la Fundación San Millán de la Cogolla han suscrito un convenio para la digitalización de los documentos procedentes de San Millán que se conservan en el Archivo Histórico Nacional con fines de investigación, estudio y divulgación, tal y como publica el Boletín Oficial del Estado.
El origen de esta destacada iniciativa está en el trabajo, promovido por la Fundación San Millán de la Cogolla y llevado a cabo por Javier García Turza, con el que, por una parte, se ha corregido y aumentado el inventario documental realizado por el padre Juan Bautista Olarte. Una compilación que contiene las descripciones de 12.987 escrituras, es decir, la totalidad del archivo que hoy custodian los frailes agustinos en San Millán. Y por otra, se ha procedido a la elaboración del estudio del archivo en su integridad; es decir, se han investigado los fondos que actualmente se custodian en San Millán —esas 12.987 unidades archivísticas— y los que, en la actualidad, se encuentran en las Bibliotecas de la Real Academia de la Historia y Nacional de Madrid, y en el Archivo Histórico Nacional. Ambos trabajos fueron publicados por la Fundación en el libro ‘El monasterio de San Millán de la Cogolla: Historia y escritura’.
El proyecto va a continuar ahora con la digitalización de los fondos emilianenses que se encuentran tanto en La Rioja, en el archivo del propio monasterio riojano, como fuera de San Millán, comenzando por el fondo más importante, que es el que se encuentra en el Archivo Histórico Nacional.
Este importante proyecto logrará que vuelvan a La Rioja en soporte digital la documentación que salió de ella ya en el siglo XIX. Además, con este aporte y el existente en los anaqueles del monasterio riojano, se volvería a recuperar el rico y variado fondo monasterial. La digitalización del fondo también conseguirá que, una vez reseñada cada unidad archivística se podrá conocer en su integridad el contenido del archivo. Por último, este monumental material estaría al alcance de cualquier persona interesada al margen de su lugar de origen, reforzando así la seguridad de los testimonios originales, a cuya consulta solo habría que acceder en casos puntuales.