Siempre me ha parecido un rincón fallido de nuestro pueblo en las dos o tres ultimas décadas, al que no se ha cuidado ni mimado, es como una niña pobre con vestidos poco apropiados para el lucimiento.
Me ha extrañado al ver la plazuela hoy, parece la han adecentado, le han lavado la cara, un poco de maquillaje, unas flores coloristas. Es tan fácil a veces, parecer otra cosa.
Ha pasado por muy diferentes tesituras, desde cenicero municipal, a fuente para conmemorar algo que no cuajo, y fuera de la idea principal. Dónde los tratantes de metales y chatarra se llevaron las cañerías, canillas y todo que pudiera tener valor de mas de un duro en el submundo de la recuperación de metales de difícil justificación en su procedencia.
Recuerdo hasta la hilaridad cuando fue fuente sin desagüe, no me extraña que busquen algunos partidos mantener la sede a la sombra de un despropósito histórico en la decoración urbana.
Son dejados hasta para ellos mimos.
Algo ha mejorado, pero es rincón abandonado y poco cuidado.
Hermoseemos y colabores los vecinos del entorno,

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