Haro parcial
Un poco perplejo, sí estoy. Después de hojear el libro, sobre todo en búsqueda de personajes que definen nuestro pasado reciente, aprecio que en ninguna de las fotografías aparece Patricio Capellán. No es necesaria su presencia, pero una persona dedicada al servicio público más de cincuenta años, desde sociedades deportivas al Ayuntamiento, me parece sospechoso y me atrevería asegurar que ocurre la premeditación.
Como lector de libros históricos desde hace décadas, siempre me pareció que la objetividad es la característica fundamental. En caso contrario es sospechoso de manipulación partidista. ¿Qué otras cosas ha censurado?
En Haro somos pocos y nos conocernos todos, el juntar con mejor o peor resultados documentos gráficos, no es necesariamente obra mayor al alcance de unos pocos. Es cuestión de preocuparse y dedicarle algo de tiempo.
En el libro, tampoco aparecen datos de referencia sobre la propiedad o custodia de los documentos. Vaya plan.
A mi el libro me ha encantado y en ningún momento esperaba encontrarme al Sr. Patricio Capellán. Un alcalde cumple su trabajo como cualquier otro empleado público, si bien , ¿por qué no hay fotos en el libro de mi tio que fue médco durante 60 años y seguro que salvó más vidas que este señor?, ¿por qué no salen fotos de cualquier otro trabajador que presto sus servicios a este nuestro pueblo?. Para muchos ciudadanos de Haro Patricio Capellan y su partido lo han hecho y lo siguen haciendo muy mal, ¿por qué deberían aparecer en un libro de Haro?, ¿para recordarnos lo mal que nos va?, para eso mejor que no salgan. Y no vengan diciendo todo lo que ha hecho por el pueblo, porque cuando hay dinero (hace años) cualquiera contruye, mejora y crea servicios públicos para la ciudad. En los malos momentos es cuando se ve cuando uno vale.
Para el redactor de este artículo, pido la inmediata rectificación y corrección de este atículo, porque no hay ni un ápice de objetividad en la redacción. Se pueden decir las cosas de otra manera sin verte tanto el plumero. ESTO NO ES UNA COLUMNA DE OPINIÓN, hay formas y formas de informar.
Perfecta percepción, nada que añadir.
Quisiera hacer una rectificación, esto es una fotodenuncia, por lo tanto cada uno puede opinar y ser todo lo subjetivo que quiera. Pensaba que había sido escrito por la propia web y no por un ciudadano. LO SIENTO
Sin ánimo de llevar todo al terreno de la política, cosa que odio por parte de unos y otros, yo he echado en falta al director de la Banda de Música que fué durante tantos años, el difunto D. Joaquín J. Amela Guillot en el apartado dedicado a la música. Sin más.
Y tantas y tantas personas de mi infancia que me vienen ahora a la mente, Justi Hueda, la Francesita, La Carpa, D. Abdón, La Señorita Charito, Gildos, D. José Luis Olarte… uffff es que hay para llenar una enciclopedia.
En vez de criticar vamos a animar para un segundo capítulo.
De acuerdo. Y que el autor del libro, cuide de poner los pies de fotos con arreglo a la realidad de las fotos, ya que en alguna, no se corresponde lo que dice el pie con la foto en si. Y como segundoapunte, simplemente alguien que ha ojeado el libro por encima, a visto alguna fotografia duplicada. Por lo demas, un libro de recuerdos fotograficos que agrada ver.
Que casualidad que el que fuera director de la banda de musca de Haro D. Joaquin J. Amela Guillot, ni aparezca. A lo mejor es un olvido involuntario.
Sabemos que no es posible incluir todas las personas populares desde el inicio de la fotografía, es reto de mayores proporciones, y es necesario algo más que tiempo. Es labor de calado, y no veo al autor con el perfil necesario. El amontonar documentos sin criterio, es labor fácil de llevar a fin.
En todos estos años, más de un siglo, si hay dos personajes políticos que marcan la singladura de Haro, tienen que ser Arsenio Marcelino y Patricio Capellán. Con esto no quito meritos a ningún otro alcalde, que son unos cuantos y los menos muy válidos.
El que ha gobernado, Haro durante casi un cuarto del tiempo, bien o mal, no aparezca, no lo veo como simple casualidad. La labor retorcida de mequetrefes y gente de poco talante, es mi parecer. Otros dirán el contrario.
Naturalmente la carencia intencionada, engrandece la figura del político de referencia, que ha contado por el apoyo mayoritario de la ciudadanía durante muchas décadas, y principalmente gracia al sufragio universal de los harenses. No se olvide este dato.
Hay amiguitos del autor que aparecen en colorines hasta tres y cuatro veces. Gente sin ningún interés cultural, profesional, artístico. Paniaguados y estómagos agradecidos.
Sinónimos en nuestra lengua española hay muchos y notables como adulador, tiralevitas, lisonjero, zalamero o lameculos… Dicho esta.
Un lameculos, que llama a otro lameculos! lo nunca visto! jajaja
Don pablitos te invito a hacer un libro y poner de la primer página a la última a tu adorable alcalde Capellán (la mayor parte de ellas serán en la Herradura), alias el «enchufes», él que las «malas lenguas» dicen que en las elecciones va casa por casa con un sobre para que la étnia gitana les vote a cambio de esa pensión no contributiva que les mantiene, el que cuando te ve por la calle parece que te conoce de toda la vida y por las espaldas te la mete.
No compres el libro si no quieres, haz tu un libro y pon las fotos que quieras, pero el autor a hecho un libro y nadie le tiene porque decir que fotos poner y cuales no. Esto se llama libertad.
Estoy de acuerdo contigo.
Hay en el libro un porcentaje alto de fotografías, sobre todo de las más recientes, con exceso de apariciones de algunos personajes demasiado vistos y sin ningún interés, salvo el de presentar visualmente al jarrero «de pro».
Quizás la falta de otros «ilustres» se deba como dejó entrever el autor, ( a mi modesto entender con segundas) a la poca consideración de algunos jarreros que no le cedieron sus fotografías.
Por algo será.
Aún con todo, me compraré un segundo volumen si lo publican.
Todos sabemos de gente que no ha querido colaborar con fotos, las guardan, como si dispusieran para ellos solos, el frasco de las esencias patrias jarreras. Me parece trasnochado y censurable, con los tiempos ese material se pierde, y fin de una parte de la memoria. También emplea, el autor, material que no es suyo, y no tiene la categoría de hacer público, a los colaboradores. Me refiero a todos, no unos pocos.
Sobre el denominado “jarrero, ni de izquierdas ni de derechas”, pues no ha lugar comentarios, el mismo se hace la foto. Para empezar tiene mermada la capacidad lectura, y la comprensión del tema. Me recuerda a los aparejos de guarnicionería, que llevaban algunos burros en el cabezal. Chorras tendrá que ver, en este tema, la posible visita a los gitanos, o los saludos. Confundimos el culo con las témporas, ¡chaval! Vamos a centrarnos en el tema, no desbarriando por los ribazos, o las tapias de los cementerios, ni pollas en vinagre.
Toda obra humana por naturaleza es parcial, es decir, abarca necesariamente una parte de un hipotético todo. En ese sentido el libro «HARO, un siglo en imágenes» es parcial porque recoge una «parte» de las fotografías posibles que se podían publicar sobre la historia reciente de Haro. Es decir, no agota el tema, no es exhaustivo, ni lo serían otros dos o tres más que se publicaran. Seguro que ni el autor, ni el editor, pretendieron otra cosa.
En ese contexto, tildarle de «parcial» porque no salga Patricio Capellán -que por cierto sí sale en una fotografía- sí que parece un criterio «parcial», en el sentido de partidista o sectario. Tampoco salen los dos anteriores alcaldes de Haro, porque la idea editorial del libro no parece ser la de adular a los políticos en ejercicio, ni engordarles el ego -no hacen más que cumplir con su deber y cobrar por ello-, sino ofrecer al lector más de 600 fotografías que representan diversos momentos de la historia reciente de Haro. Nada más y nada menos. Y creo que este objetivo se ha cubierto con creces.
Lo demás son ganas de inventar pegas artificiales, en vez de alegrarse por la edición de este libro histórico sobre Haro.
Aunque estamos en un país libre, y la crítica también lo es.
Me ha emocionado su discursito. No me convence nada de nada.
Creo que es un libro muy bonito. Esto, suena ha vulgar. Pero es lo que pienso. En cuanto al comentario de Rodolfo me parece super bien esplicado el concepto del mismo. Dire mas….Sin mas.
Explicado. Perdón, igual hay mas faltas, pero me he dado cuenta de esta. Un abrazo a todos y Feliz Año Nuevo. Espero que sea mucho, pero mucho mejor para todos. Y cuando digo todos, son todos.
Record de faltas. Bien.
Una vez ojeado el libro, decir q es parcial, parcial, parcial, faltan fotos de los anos 60, 70, 80 y 90. Hay de los anos 14, 20 y de los anos 2000. Falta gente y se han repetido muchas otras personas q como bien habeis dicho no es relevante.
Si lo q querian era hacer un libro como se han echo en pueblos de alrededor, q lo hubieran dicho, y estoy seguro q mucha gente habria colaborado, y se venderian mas libros, sin
contar q la documentacion historica e imparcial en cuanto hablar de personajes se tratara hubiese sido mas profesional. Creo y es una objeccion mia, que el libro no hace justicia al titulo.
Cuánto paleto y envidioso criticón hay en este país. Que si falta de no sé qué años, que si hay exceso de apariciones de ciertas personas, que si otras no salen, que si quién los custodia…… Me imagino al autor desternillándose de risa con estos comentarios. Como dice alguien con dos dedos de frente: haced vosotros un libro y poned las fotos que queráis. ¡Enhorabuena Fernando, y gracias¡
Creo que de paleto y envidioso criticon, nada de nada. Lo que pasa es que tiene una opinion distinta a la tuya y a ti no te gusta. En cuanto al libro, y sin haberlo visto, solo de oidas, dicen que es una recopilacion de fotografias a las que se ha puesto un breve pie, que algunas veces esta equivocado. Por lo tanto a algunos, como a ti, les gusta y a otros no tanto, y creo que el gustar o no gustar, no es motivo de paletismo o envidia criticona.
Me la trae al pairo si les gusta o no. Lo compré porque me gusta todo lo relacionado con Haro. Lo que estos paletos ulcerosos tiene que hacer es hacer algo por su pueblo y no estar en permanente estado de cabreo y criticar al que hace algo, bien o mal, pero lo hace. No son paletos, es cierto, me quedé corto porque son marujones con úlcera y envidia corrosiva de grado 3. Escribid lo que queráis. No vuelvo a este patio de amargados ociosos.
Me hablan de una próxima reseña en un medio de comunicación, y no va a ser alabanzas precisamente,
Coño Jarrera, se me han saltado las lágrimas al recordar los nombres de ilustres Jarreros que mencionas. Son parte de nuestra infancia y los tengo en mi corazón. Ahí van algunos más: Avaricia (perdón por no recordar su nombre, era el de las chuches y los cambios de cromos de la parada de vagos), Berrozpe (las bicis), Fortun (el de los huevos), La Campina, el Guarnicionero del Arrabal, los hermanos Palacios (carpinteros que te hacían espadas de madera para jugar a los romanos), Cavero (vende barato), La Castañera del Taranco, Los Churreros de la Plaza y de la Calle Mayor, Domingo el panadero (que repartía el pan en un bici-carro), La Gravi (que hacía oligopolio con La Milagritos), La Dora (la peluquera en la Vega), Ojeda (pregonero de voz «dulde y aterciopelada»), Catose, Brinquis o Blinkis (el preboste de los municipales), Centimín (una bella persona), AlubiaVede ( pronunciado I love You Baby que tocaba el cornetín de basurero), Don Fermín y don Jesús (maestros de San Agustín que repartían unas ostías como panes en clase), Mozos (el médico), Ruesga (el dentista que provocó gran dolor a medio Haro), La Fausta (la señora de las verduras y la fruta al lado de Terete, también del oligopolio mencionado), las hermanas que regentaban el hotel Higinia (que no me acuerdo ahora del nombre y que me daban caramelos cuando le llevaba la leche), Vadillo (de los colchones y perdigonadas) y sin entrar en polémicas políticas, Patri (herrero de Ciriaco Aranzadi que nos dejaba hierros para pelear contra las espadas de chopo de Roberto Palacios). En fin, perdón por la brasa…