¡Queda claro!
Las nuevas lumbreras municipales con sus acólitos, son de traca. Avisan que el Arrabal estará cerrado mientras duren las obras.
¡Con dos cojones!
Aquí está la quintaesencia del compromiso con la ciudadanía, no ponemos ni plazos, es el ya veremos, o venga usted mañana. Me parece más auténtico, el anunciar, hasta que nos salga de los cojones, de esta sencilla manera de señalar, los habitantes de Haro, pueden hacer otros planes.
Me recuerda aquella anécdota, no por disparatada menos real, del vivo que compró una chopera a pagar a la tala del último chopo… todavía, y son muchos años, sigue solitario el chopo en el soto, y lo que te rondaré morena.
Abrimos cuando llegamos cerramos cuando nos vamos?
Ja ja ja je je je juy juy